El 15 de julio de 1983 fue un día que cambió para siempre la industria de los videojuegos, pues en esa fecha Nintendo lanzó en Japón su primera consola: la Family Computer, mejor conocida como Famicom.
Lo más probable es que algunos, sobre todo los más jóvenes, no reconozcan el aparato con este nombre, debido a que de este lado del mundo lo conocimos hasta 1985, cuando llegó bajo el nombre de Nintendo Entertainment System (NES).
Nace una leyenda
A inicios de la década de los ochenta, Nintendo había pasado de ser un fabricante de cartas y juegos de mesa a una compañía que se desarrollaba en una amplia variedad de mercados, incluyendo los juegos electrónicos. Tras el exitoso lanzamiento de algunos títulos como Game & Watch (1980) y Donkey Kong (1982), Nintendo decidió dar el salto y crear su propia consola casera de videojuegos.
La idea era crear un sistema de entretenimiento a base de cartuchos, dejando el diseño a cargo de Masayuki Uemura (quien luego sería responsable del SNES) y su equipo de investigación en Nintendo R&D. ¿El nombre del proyecto? GameCom.
De esta forma, el presidente de Nintendo, Hiroshi Yamauchi, puso a Uemura y su gente a trabajar en un aparato de 8 bits que tuviera una tecnología a la altura del mercado y que al mismo tiempo, fuera bastante básico y fácil de usar, garantizando así un precio más más bajo que sus competidores.
Fue así como el 15 de julio de 1983, el Famicom (nombre sugerido por la esposa de Uemura) llegó oficialmente a las tiendas japonesas con un precio de 14,800 yens, haciéndolo en un momento de crisis para la industria que tenía al –en ese entonces– gigante de Atari a punto de la quiebra. El sistema arribó a las tiendas con el respaldo de tres exitosos títulos de arcade (Donkey Kong, Donkey Kong Jr. y Popeye), consiguiendo vender más de 2.5 millones unidades para finales de 1984, posicionándose como la consola más vendida en Japón dejando atrás a otras como la Sega SG-1000.
El éxito en Japón del Famicom consiguió la atención del mundo, por lo que luego de fallidas negociaciones con Atari para licenciar la consola en Estados Unidos, Nintendo decidió presentar por cuenta propia una nueva versión de la consola, ahora bautizada como Nintendo Entertainment System. Dicho aparato incluía un renovado diseño y nuevos accesorios como R.O.B., un pequeño robot que interactuaba con la pantalla.
A finales de 1985 el NES ya se encontraba en las primeras tiendas en territorio estadounidense, logrando tener para inicios del siguiente año unos 18 títulos en el mercado, entre los que se incluían Duck Hunt, Golf, Ice Climber, Kung Fu, Tennis y el mítico Super Mario Bros. El resto de las regiones vio la llegada de la consola hasta 1986, consiguiendo a la postre 62 millones de consolas vendidas, cifra que Nintendo no repetiría hasta el lanzamiento de Wii en 2006.
Cambiando las reglas del juego
El triunfo del Famicom se debió en gran parte a los cambios que Nintendo introdujo en una industria que en ese momento se encontraba en plena decadencia, estableciendo un sistema de autenticación con un chip (10NES) instalado en la consola y los cartuchos. Además, la compañía estableció estándares de producción y un número limitado de juegos que los desarrolladores podían lanzar al año, algo que garantizó que los juegos mantuvieran un mínimo de calidad y no repitieran el mismo error de consolas anteriores.
Si bien esto provocó la inconformidad de algunos pequeños desarrolladores, debido a las estrictas políticas y contratos de exclusividad que Nintendo les hacía firmar, esto representó uno de los cambios más importantes que determinó el éxito del Famicom, al menos en un inicio.
Otro de los puntos importantes para el éxito de la consola fueron sus accesorios, ya que por un lado Nintendo había tomado la decisión de cambiar el diseño de los controles tradiciones, dejando atrás el joystick de los sistemas Atari por un nuevo modelo de pad de cruz plano y cuatro botones, inspirándose en el modelo usado en Game & Watch. A lo anterior debemos sumarle la llegada de periféricos como la pistola Zapper o el famoso “tapete” del Power Pad, que definieron una manera de interacción que hasta ese entonces no se había logrado explotar en las consolas de sobremesa.
Finalmente, junto con el Famicom también se introdujeron títulos más nutridos de argumento, una característica que aunque no era una novedad, permanecía relegada a juegos narrativos. Obras como The Legend of Zelda o Final Fantasy no sólo incluían historias más complejas en su trama, sino que mantenían dinamismo en su modo de juego.
El legado
La llegada del Famicom significó la revitalización de una industria en declive que en la actualidad genera miles de millones de dólares al año, transformando a Nintendo en una de las compañías más grandes del mundo y todavía más importante, en un sinónimo de videojuegos (aún hay gente que le llama Nintendo a cualquier consola).
Más de 62 millones de unidades vendidas y un nuevo concepto en el mercado de consolas domésticas, hicieron que el Famicom cambiara para siempre la manera en que los videojuegos eran concebidos hasta ese momento y se convirtiera así en un icono de la cultura popular.
¿Quién no pasó horas jugando con a Mario o cazando patos? Si la generación de muchos de nosotros se vio marcado por algún producto, ese fue el Famicom, NES o Nintendo “normal”, como algunos aún lo recordamos.