El pasado 18 de mayo, 110 personas perdieron la vida en el accidente de un avión de Global Air -Aerolíneas Damojh- en La Habana, Cuba; y sin embargo, hasta este momento se sabe que la empresa no solventó ninguna de las 17 observaciones que el Gobierno Federal hizo sobre su mantenimiento, capacitación y la seguridad de aviación civil.

En total se hicieron 23 observaciones de las que sólo 4 de 6 se resolvieron, en el área de operaciones en la verificación hecha en noviembre de 2017.

Y si bien, la empresa tuvo una respuesta favorable, Global Air desatendió algunos pendientes.

Pablo Casas Lias, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico-Aeronáuticas, explicó a Reforma que estas fallas podían ser o no de vida o muerte, lo importante en este asunto es cómo la DGAC (la Dirección General de Aeronáutica Civil) está verificando a las aerolíneas.

Una de las observaciones está relacionada con el avión B732-201 con matrícula XA-UHZ que resultó accidentado en Cuba.

Si bien la empresa acreditó documentalmente la aplicación de servicios indicados, éstos no fueron registrados conforme lo establece el Manual General de Mantenimiento y Procedimientos de Taller“, explicó Luis Fonseca, titular de la Dirección General de Aeronáutica.

En este caso, lo que hizo la empresa fue decir que documentó los servicios en paquete y no concepto por concepto, lo que da como resultado una deficiencia administrativa.

Capacitación deficiente y omisiones

Pero ojo, en la última verificación que se le hizo también salió a la luz las deficiencias en la capacitación -como lo han denunciado extrabajadores de Global Air -de acuerdo con la solicitud de información 0000900144518 entregada por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai)-.

Se observa que se omiten incluir al personal de tripulación de cabina de pasajeros (sobrecargos), así como al personal administrativo en la capacitación inicial y recurrente en Seguridad de la Aviación Civil“.

Pero en otro truco de Aerolíneas Damojh, la empresa se respaldó en que sí se habían dado los cursos, pero no se documentaron en el manual.

Foto: Reuters

Luego, en el punto 22 se precisó que la capacitación de seguridad de Aviación Civil debía hacerse cada año y no dos como lo hacía la aerolínea, a la que parecía no importarle este rubro pues al momento de hacer una prueba al personal de vigilancia para detectar un artefacto explosivo simulado, éste falló.

Mientras, el personal de mantenimiento, en su base de Celaya, no tenía uniformes ni equipo de protección individual –anteojos, guantes, botas, protectores y mascarrillas-.

Después del accidente, la aerolínea interpuso dos amparos contra las medidas de la DGAC –uno contra la suspensión de operaciones y otro contra la verificación extraordinaria-.

El avión B732-201 con matrícula XA-UHZ

El historial de fallas continuó pues en la inspección sobre el mantenimiento del avión B732-201 se reportaron fallas en luces exteriores y en el indicador de flujo de combustible.

Componentes mal registrados o ausentes en la bitácora del avión, cosa indispensable para saber todo lo que pasa en éste.

Se reportaron fallas en los cambios de piezas, los cuales se hicieron en un tobogán, en el cilindro de oxígeno, en los extintores de los baños, en un fusible hidráulico de la reversa, en el altímetro eléctrico y en el velocímetro.

Foto: Reuters

De acuerdo con BBC, este avión tenía casi 40 años de antigüedad y ya había sido usado por otras aerolíneas.

LEER: Tras el Lamentable accidente en La Habana, SCT suspende a Global AIR

Lo peor de todo, es que con estas fallas, el avión B732-201 continuó su marcha, intentó despegar y en la tragedia, más de cien personas perdieron la vida.

**Foto de portada: Reuters.

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios