El término fake news se ha utilizado frecuentemente durante el último año. Este concepto, probablemente popularizado por el presidente Donald Trump, se refiere a contenidos noticiosos manipulados o abiertamente falsos para beneficiar —o denostar la imagen— de un personaje u organización en particular. Su objetivo es sencillo de comprender: estos sitios buscan crear desinformación y tratar de manipular la opinión pública para favorecer sus intereses o los de sus clientes. De acuerdo con una investigación realizada por la cadena Univisión, estos portales buscan que sus noticias falsas sean retomadas por medios más grandes y con mayor alcance. La proliferación de estos contenidos falsos en las redes sociales ha sido relacionada con el desenlace fatal de votaciones como el Brexit y la victoria del presidente Trump en 2016.
El miedo virtual y la mala información que se ha infundido a través de los sitios de fake news se ha traducido en miedo y consternación real. Así pasó con el sonado caso Pizzagate, que pasó del hashtag a la vida real: un bombero, armado con un rifle de asalto, irrumpió en una pizzería para tratar de salvar a niños que supuestamente eran abusados sexualmente y se encontraban escondidos en unos túneles misteriosos debajo del establecimiento. Ah, y sí, la teoría de conspiración señalaba como responsables del terrible crimen a los demócratas Hillary Clinton y John Podesta, quienes en otras ocasiones fueron relacionados con el satanismo. El bombero, que no sabía que la información que había leído era fake news, fue arrestado y aprisionado.
Ahora hablemos de la presencia de información falsa en un caso mexicano: ¿Recuerdan a los antorchistas flotadores que volaron un automóvil con su rasho láser en septiembre de 2012? La rumorología en redes sociales sembró miedo en la zona oriente de la Ciudad de México por un par de días, a tal punto que la gente no quería salir de sus casas y muchos locatarios ni si quiera abrieron sus negocios. ¿O qué tal con las recientes manifestaciones contra el gasolinazo? Varios sitios de fake news indicaban que había saqueos por doquier, también delincuencia, violencia y robos. De Polanco a Coyoacán: los saqueadores estaban por todas partes y seguían realizando sus desmanes. “Jóvenes armados con tubos y cuchillos recorren calles de Tultepec”, sentenció por ahí algún medio de comunicación. Las calles del municipio mexiquense lucían sospechosamente parecidas a las de El Cairo o Amán.
Lectura: ¿Cómo funciona el millonario negocio de las fake news en México?
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Combatiendo las fake news
Facebook, la red social más popular del mundo y que cuenta con más de mil millones de usuarios, indicó en diciembre de 2016 que su plataforma no tuvo influencia alguna en el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos pero que, aun así, se iban a comprometer a combatir la “información engañosa” que pulula en su sitio. La estrategia de FB consistía en verificar, en conjunto con algunas de las firmas más prestigiosas de fact-checking, los contenidos que se comparten en la plataforma. Aquellos que los verificadores de hechos consideraran dudosos, se marcarían como “discutibles” y serían penalizados por el algoritmo de Facebook, aunque no serían borrados. Es decir, sólo aparecerían un poquito más abajo.
El miércoles 5 de abril, el gobierno de Alemania aprobó un plan para imponerle sanciones a esta y otras redes sociales que fallen en remover contenido que incite discursos de odio, además de la publicación de fake news. De acuerdo con la cadena CNN, las multas podrían ascender hasta a 53 millones de dólares. El proyecto de ley todavía tendrá que pasar por el Parlamento alemán y otros órganos antes de convertirse en una medida tangible, pero es un primer paso —quizá excesivo— para combatir el flujo de esta información indeseable. El plan contempla sancionar a las compañías que no borren el contenido en un plazo de 24 horas; algunos activistas consideran la medida como un atentado contra la libertad de expresión.
“Los proveedores de las redes sociales son responsables cuando sus plataformas son mal utilizadas para propagar crímenes de odio y noticias falsas”, declaró el ministro de justicia alemán Heiko Mass.
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¿Cómo se pretende atacar el problema en México?
Los más de 60 millones de usuarios de Facebook en México podrán contar en los próximos días con nuevas herramientas auxiliares en la detección de fake news. De acuerdo con la revista Expansión, los facebookeros mexicanos contarán con un recuadro —ubicado en la parte superior de su perfil— que ayudará a detectar noticias falsas en la plataforma. La nueva interfaz de FB solamente tiene contenido informativo para ayudar al usuario a saber cuáles contenidos son dudosos: entre los aspectos que la nueva función considera para determinar si un contenido es falso o no, se contempla el lugar de procedencia de la nota, qué tipo de fuentes y estilo tiene la nota, además de señalar cómo es la ortografía de las publicaciones. Según los directivos de la red social en México, con esta medida también se busca que los sitios de fake news no generen dinero por publicidad digital dentro de la página.
Herles Velasco, colaborador de El Universal, señala que todos estos esfuerzos por combatir la proliferación de fake news puede ser insuficiente. ¿La razón? A los usuarios de internet les encanta consumir puras cochinadas. “Difícilmente se puede ir más allá en la lucha contra las noticias falsas, y por más precisos que sean los algoritmos, la expulsión de las redes sociales no parece ser la cura contra este fenómeno mientras haya consumidores de noticias basura habrá maneras de darle gusto”.