Lo que necesitas saber:
Un 1° de enero de 1994, el EZLN se levantó en armas en contra del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, en una decisión inédita para la época.
Para quienes lo recuerden, 1994 sí que fue un año de turbulencias para México, entre la devaluación del peso, los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y del secretario del PRI José Francisco Ruiz Massieu en contexto de las elecciones presidenciales; el arranque del TLC y… el levantamiento del EZLN.
Este último puso al gobierno de México —en ese momento, el de Carlos Salinas de Gortari con el respaldo de más de 70 años del PRI en el poder— en el foco como opresor de los derechos más elementales de los pueblos originarios.
En una decisión inédita para la época, el EZLN se levantó en armas contra el ejército mexicano. Le declaró la guerra al gobierno de Salinas de Gortari. Tomó la ciudad de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, e inició una lucha por los derechos de las comunidades indígenas —que el 1° de enero de 2024 cumple 30 años.
30 años del levantamiento del EZLN
A propósito de los 30 años del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) por acá armamos un resumen —no tan clavado, pero sí muy útil— de su historia. Qué ha pasado, qué ha cambiado y qué queda pendiente.
Pues aunque sea sólo una cifra, un aniversario más, 30 años implican un montón de capítulos dentro de la lucha del EZLN, los cambios en México —cuyos contextos no son iguales a los de 1994— y la deuda que los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, EPN y AMLO han acarreado con los pueblos indígenas.
1° de enero de 1994: el levantamiento del EZLN y la Declaración de la Selva Lacandona
Si estaban chiquitos en 1994, tal vez se acuerden de que las noticias en la tele contaban que algo importante estaba pasando en cinco municipios de Chiapas —seguro sus papás, mamás, abuelitos, abuelitas o hermanos mayores sí lo recuerdan.
Justo el día que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, el gabacho y Canadá, el EZLN se levantaba en armas.
Esta organización político militar —integrada en su mayoría por las comunidades tzeltal, tzotzil, chol, tojolabal y mam— tomó San Cristóbal de las Casas y los municipios chiapanecos de Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo y Chanal.
Aquel 1° de enero de 1994, el EZLN o los zapatistas, como así se les decía, fue conocido a nivel nacional e internacional.
Lo mismo pasó con uno de los documentos fundacionales de su lucha armada: la famosa Primera Declaración de la Selva Lacandona, en la que el EZLN se amparaba en el artículo 39 de la Constitución para declarar la guerra al ejército.
Además de exponer, de manera muy general, sus demandas por el derecho al trabajo, la tierra, el techo, la alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz.
Los orígenes del EZLN en el corazón de la selva Lacandona
Todo mundo asocia al EZLN con la selva Lacandona. Esto se lo debemos a un grupo guerrillero —integrado por indígenas y personas externas a estas comunidades— que a inicios de la década de los 80 comenzó organizar la lucha armada en la zona de montaña de Lacandona.
Como objetivo primario todos los esfuerzos estarían concentrados en la emancipación por la creación de un sistema político, económico y social al estilo socialista.
A su vez este grupo tuvo sus orígenes en las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), una organización formada a finales de la década de los 60, que buscaba la insurgencia de los pueblos.
Las actividades de las FLN se enfocaron en la guerrilla, el activismo y reclutamiento, teniendo como base Ciudad de México y Chiapas.
Toda su actividad se desarrolló también en contexto de la guerra sucia del Estado mexicano para sofocar estos intentos de levantamiento. En el caso de las FLN, su estructura fue desarticulada mediante el asesinato de sus militantes.
Al final, algunos de los sobrevivientes lograron reorganizarse. Se lanzaron a Chiapas. Mantuvieron contacto con activistas políticos indígenas del estado, que estaban en su propia lucha, y como resultado tenemos la fundación del EZLN en 1983.
11 años después, el EZLN se daría a conocer a nivel nacional con el levantamiento armado en Chiapas, mediante el asalto a una zona militar.
Los enfrentamientos con el ejército
Una vez que el EZLN se levantó en armas el 1° de enero de 1994, ¿cómo respondió el gobierno de Carlos Salinas de Gortari?
Con una ofensiva del ejército mexicano en Chiapas y un mensaje que negaba que sucedía una insurrección de las comunidades originarias.
En un mensaje a la nación, Carlos Salinas de Gortari acusó al movimiento zapatista de recibir dinero del extranjero. Negó que la situación se tratara de una guerra contra su gobierno y hasta le ofreció al EZLN el perdón, en caso de que abandonara las armas.
¿El resultado? Más enfrentamientos hasta que el 12 de enero, Salinas de Gortari y el EZLN acordaron un cese al fuego para dar paso a las mesas de diálogo —de las que desde ese 1994, los gobiernos en turno evitaron cualquier compromiso.
¿Se han cumplido las demandas del EZLN?
Si bien en la Primera Declaración de la Selva Lacandona el EZLN no mencionaba a detalle la lucha por los derechos indígenas, tras la respuesta del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, el movimiento elaboró documentos más precisos sobre la autonomía de los pueblos indígenas.
Su derecho a vivir en paz y la autodeterminación. Estas demandas se plasmaron en los Acuerdos de San Andrés Larraínzar en 1996, aunque… el gobierno de Ernesto Zedillo no los firmó. Tampoco los reconoció.
¿Cuáles eran esos acuerdos? Va de nuevo: el EZLN puso sobre la mesa la necesidad de que los tres niveles de gobierno reconocieran la autonomía y autodeterminación de los pueblos indígenas.
Dicho de otra manera: que por ley se les reconociera su propia organización democrática, sus propias elecciones y gobierno.
Y para que fuera una realidad, esto debía plasmarse en una nueva ley, dentro de la Constitución Mexicana.
Les contamos que los acuerdos no fueron firmados por el gobierno de Ernesto Zedillo, pero tampoco fueron retomados por los siguientes gobiernos. Aunque para las organizaciones indígenas mayas de Chiapas no hizo tanta falta.
Los Marez y Caracoles
Junto con el EZLN crearon los Marez (Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas) en 1994 —que no eran otra cosa si no una forma de organización territorial para las comunidades indígenas pertenecientes al movimiento zapatista.
Desde 2003, los Marez comenzaron a coordinarse a través de grupos más pequeños conocidos como los Caracoles —antes llamados Aguascalientes.
Los Caracoles han funcionado como el enlace de las comunidades indígenas con autoridades locales, federales y el resto de las poblaciones chiapanecas; así como con los líderes de las milicias del EZLN —porque, acá hay algo bien importante a mencionar, en la organización territorial y administrativa de las comunidades ningún soldado zapatista puede asumir roles dentro de los Marez o Caracoles.
Ahora bien, pensemos a Los Caracoles como delegaciones que han contado con sus propias escuelas, cooperativas y hospitales —todas construidas por las mismas poblaciones originarias.
La idea era que dotaran a las comunidades de los servicios más básicos. Por ejemplo, en el caso de las escuelas estas quedaban a cargo de profes de las mismas comunidades zapatistas que ya contaban con una educación para la enseñanza.
A los Marez y Caracoles se sumaron las Juntas de Buen Gobierno y fue así como las poblaciones del movimiento zapatista construyeron su autonomía.
El asedio del crimen organizado en Chiapas: ¿Qué ha cambiado?
Pese a los esfuerzos de tantos años, en noviembre de 2023 el EZLN anunció la desaparición de los Marez, las Juntas del Buen gobierno y el cierre de los Caracoles, en busca de reajustar su organización y ante el asedio del crimen organizado en Chiapas.
El EZLN, además de continuar en la lucha de las comunidades originarias, sigue alerta del ejército pero también de grupos paramilitares, cárteles y el crimen organizado.
No obstante, en estos 30 años de historia del levantamiento armado en Chiapas, de los protagonistas —como el subcomandante Marcos o Rafael Sebastián Guillén, el comandante Tacho o la comandanta Ramona—, de las poblaciones originarias; su legado continúa latente en un México que adeuda justicia.