Una de las principales preguntas que ha circulado después del horrible incendio en un centro de detención de migrantes que dejó 40 muertes era: ¿por qué estaban detenidos? ¿Qué hicieron mal? Pues un reporte reciente desenmascaró que todo podría tratarse de una operación de extorsión.
El periodista Luis Chaparro publicó un reportaje reciente en VICE que, la mera verdad, revela algo que muchos sospechaban. Los migrantes que murieron en el incendio, murieron por no poder pagar mordida.
Chaparro entrevistó a migrantes y a guardias que han estado en ese centro del Instituto Nacional de Migración (INM) para enterarse que cobraban hasta 200 dólares por liberarlos. Si no pagaban, se quedaban en el “albergue” —como amablemente lo llama AMLO— hasta que fueran deportados.
Extorsión a migrantes en la cárcel del incendio
Uno de los testimonios más rudos que encontró VICE es el de Joan, un migrante venezolano que había estado en ese mismo centro de detención el día que se incendió. Pudo salir unas horas antes, gracias a que su familia pagó la mordida que le exigían.
Joan dijo que ese lugar era un “centro de extorsión” y que su familia pago 200 dólares —cerca de 3,500 pesos mexicanos—, depositándoselos en las cuentas personales de los guardias, para evitar algún rastro en las cuentas oficiales.
El testimonio recuperado por el periodista Luis Chaparro revela que si no pagabas antes de las 7 de la noche, te quedabas encerrado. Si no pagabas, al día siguiente te deportaban o te mandaban lejos de Ciudad Juárez.
Un guardia —entrevistado en condición de anonimidad— dijo que les cobraban entre 200 y 500 dólares a todos los migrantes detenidos.
De acuerdo con una denuncia formal, en posesión de VICE, en este esquema de extorsión de migrantes participaban todos los guardias de la prisión: tanto los que trabajaban en una empresa contratada, como los miembros del INM. Se compartían las ganancias.
“Yo tuve que pagar 1,000 pesos para salir de esa maldita prisión”, le contó al periodista otro migrante de Venezuela que estuvo arrestado en febrero pasado. “Mi esposa le transfirió el dinero a una cuenta manejada por los guardias”.
Otro empleado de la cárcel de migrantes les contó que los guardias vendían drogas, cigarros y encendedores, que terminaron usándose en el incendio.
Si quieren leer el reportaje completo de VICE pueden ENCONTRARLO AQUÍ. Es una historia bastante manchada que retrata las historias de una prisión de migrantes en México, la extorsión que vivían —hasta para comprar cosas adentro— y podría revelar más detalles de la polémica redada masiva que hizo el Gobierno de México horas antes de que se desatara el incendio.