Por Aranxa Sánchez

La semana pasada expuse que, para no repetir los errores del pasado, debemos replantearnos una justicia entre generaciones (tanto de la especie humana como otras) como parte de cualquier sistema. La búsqueda de significado al concepto de justicia es tan antigua como la propia civilización. En la filosofía, desde Aristóteles hasta M. Foucault, diversos autores han centrado su trabajo en dar sentido a ese valor.

En el campo del cambio climático y el desarrollo sustentable, tal concepto forma parte de los cimientos; pues, tal y como decía Nezayualcóyotl, “lo de esta vida es prestado, que en un instante hemos de dejar como otros lo han dejado”.

En este sentido, es menester comprender que la idea de que “sólo se vive una vez” y que, por lo tanto, podemos explotar los recursos naturales tanto como queramos, nos ha llevado a esta catástrofe ambiental. Los habitantes a lo largo de la historia pueden cambiar, el hogar no; es decir, la Tierra.

¿Qué es justicia intergeneracional?

El concepto de justicia intergeneracional, se formaliza a partir de un informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU, en 1987, conocido como “Informe Bruntland”.

Tal documento explicita que las generaciones actuales tenemos ciertas obligaciones para con las generaciones futuras: asegurar que nuestro crecimiento económico sea tal que se satisfagan las necesidades presentes sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. El cambio climático plantea cuestiones particularmente apremiantes. Por ejemplo, qué riesgos se les permite a los que viven hoy imponer a las generaciones futuras; igualmente, cómo se pueden utilizar los recursos naturales disponibles, sin amenazar el funcionamiento sostenible de los ecosistemas.

¿El sistema económico es un subsistema?

Considerando que la humanidad tiene menor tiempo existiendo en relación con otras especies en la historia del planeta Tierra, todo lo relacionado a la civilización como lo son los sistemas económicos, políticos, sociales son relativamente novedosos

El reconocimiento del sistema económico como un subsistema de algo más grande (el ecosistema), implica (necesariamente) una posición humilde y objetiva del rol del ser humano en la historia del planeta; con ello, dejar a un lado el antropocentrismo inculcado por siglos.

Fuente: Original de Pengue, W. (2008)

Partiendo de lo anterior, el crecimiento económico y las actividades tienen límites definidos por los recursos naturales y la tecnología. De tal manera que, en consecuencia, el sistema económico se vuelve un sistema abierto: extrae recursos y expulsa residuos.

¿Qué tipo de recursos existen?

Cualquier sistema económico (esclavismo, feudalismo, capitalismo, socialismo, comunismo) es un sistema abierto; todos extraerán recursos. Por tanto, es importante, para su gestión, clasificarlos de alguna manera conforme a la escala humana. De las clasificaciones más utilizadas tenemos la siguiente:

  • Inagotables: luz solar, aire, agua.
  • Renovables: flora, fauna.
  • No renovables: petróleo, gas natural, minerales, el suelo.

¿Cómo lograr la justicia intergeneracional?

Entendiendo que el sistema económico actual (el capitalismo) extrae recursos naturales y que éstos se distinguen por su durabilidad; el manejo de éstos debe ser diferenciado para asegurar que las siguientes generaciones tengan la misma (o mayor) diversidad de opciones que las actuales.

Sobre los recursos inagotables debemos priorizar su calidad; es decir, gestionar el agua potable, aire con bajo contenido de gases de efecto invernadero (GEI), etcétera. A su vez, los recursos renovables requieren capacidad de resiliencia, la cual está asociada a la biodiversidad y los hábitats. Finalmente, los no renovables requieren un uso limitado exclusivamente indispensable. Tales opciones no  son excluyentes y sí son paralelas;  implican una gestión internacional que responda a incentivos alineados. En las siguientes semanas se abordarán algunos de los incentivos por cada tipo de recurso.

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Aranxa Sánchez es economista por la UNAM.

Twitter: @AranxaSanz

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