Por Beatriz Acevedo
Las áreas verdes urbanas y su relación con la paz social
Los índices delictivos en nuestra urbe capitalina y su espacio público no son ajenos a quienes residen o visitan la Ciudad de México. Hemos llegado incluso, a lo largo de la historia del crecimiento y expansión urbana, a clasificar varias colonias como las más inseguras por décadas.
Durante las diferentes administraciones se han puesto en marcha distintos programas de actividades recreativas, culturales, deportivas y algunas otras en materia de educación ambiental para atender este problema.
Recorrer la Ciudad de México, centrando la atención en observar la conducta y los hábitos que desarrollan los usuarios de parques públicos, permite captar de inmediato grandes contrastes. Los habitantes de colonias como la Hipódromo Condesa cuentan con la disponibilidad inmediata de un espacio de alto nivel como el Parque México. En sus instalaciones hay quienes se ejercitan, practican yoga y meditación, pasean con sus animales no humanos de compañía o simplemente se sientan a contemplar el grupo de aves en el lago.
Si bien es cierto que en muchos otros parques de la ciudad capital también se practican este tipo de actividades de relajación y esparcimiento, la diferencia radica en la conducta y el afecto por la preservación del área que, vista como propia, hasta se considera un motivo de orgullo contar con ese espacio. La carencia de parques y plazas del nivel del Parque México en otras alcaldías atrae a muchos visitantes de otras partes de la ciudad, que de igual forma hacen propio el espacio.
El arte presente y al servicio del rescate socioambiental del espacio público
“Si nos vamos a contagiar que sea de amor y empatía” es el título del impresionante mural ubicado en la calle de la Amargura en las inmediaciones de Plaza Garibaldi. Un proyecto de intervención artística urbana liderado por el activista Aurelién Guilabert, quien en 2015 fue jefe departamental de la Autoridad del Espacio Público de la Ciudad de México y hoy director de Corazón Capital, A. C., desde donde ha impulsado acciones de rescate del espacio público con fines socioambientales.
Este mural revalora el entorno y provoca cambios en la conducta de propios y extraños, quienes se detienen a contemplar su imponente presencia artística.
Otra experiencia que bien vale la pena ser descrita, y que dio inició desde 2020, se emplaza en la colonia Doctores. Guilabert ha participado en el rescate de un espacio deportivo en esta colonia, conocida como una de las de mayores índices de inseguridad.
La historia es verdaderamente conmovedora. En una cancha de futbol de la Unidad Habitacional No. 20, se reúnen jóvenes y artistas para pintar sobre el piso de la cancha una obra artística que representa personajes prehispánicos. Un trabajo que requirió previamente de la labor de convencimiento de la población, para fomentar su participación ciudadana.
Algunos niñxs, en edad escolar de primaria y secundaria, solicitaban con insistencia les colocaran las porterías para poder volver a jugar futbol y el intercambio fue simplemente genial. A cambio de las porterías, la condición puesta por Guilabert fue que erradicaran de su vocabulario el uso de malas palabras, simplemente que dejaran de decir groserías y, por increíble que parezca, la condición fomenta un incremento de conciencia en ellxs.
Otras grandes historias que se pueden narrar en esta experiencia de la colonia Doctores es la de los jóvenes que padecen de distintas adicciones y que hoy participan en la elaboración de la pintura, haciendo suyo el espacio público, ya no para consumir sustancias dañinas a su salud, sino para embellecerlo y cuidarlo.
Urbanismo táctico como alternativa al mejoramiento de la seguridad vial
El urbanismo táctico es una estrategia político-social de hacer mejoramientos a la ciudad a bajo costo. No requiriendo de inversión pública fuerte, incluye acciones e intervenciones en vialidad e infraestructura que elevan la seguridad peatonal y ciclista, sin ocasionar conflictos entre los grupos sociales que comparten el espacio público. Su intervención es constante generando mejoramientos al punto de volverse tendencia global.
En entrevista personal con el Arq. Alejandro Martínez Jaime, conocimos de cerca el caso del Cruce Peatonal Eje Central Lázaro Cárdenas con el Bulevar Madero en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Martínez Jaime señaló que éste es el cruce peatonal más transitado en América Latina. Día con día las personas que trabajan, viven, van de compras, sean turistas y/o hacen negocio en el centro, pasan por esta intersección primaria, que tomó mayor relevancia al momento de convertir a bulevar peatonal la histórica calle Madero, hoy uno de los andadores más emblemáticos de México.
Fue un detonador económico y turístico para la zona, el punto de quiebre donde termina el andador, y se encuentra con la intersección del Eje Central, define una avenida crítica para la Ciudad de México, que no se puede volver peatonal, por los tiempos de los semáforos muy extensos, con un flujo vehicular constante, que no puede parar la zona en términos de tránsito y movilidad. Basta con ver el cambio en la movilidad cada que las diferentes protestas y concentraciones atraviesan este cruce, bordeado por edificios emblemáticos para la Ciudad de México como la Torre Latinoamericana y el Palacio de las Bellas Artes.
Foto: virroborja vía facebook.com/turismocdmx
Martínez Jaime indicó además que el urbanismo táctico va de la mano con el rescate de las áreas verdes, entendido como la puesta en marcha de proyectos interdisciplinarios que incluyan a ambientalistas y biólogos, con el fin de seleccionar especies idóneas para instalar jardines verticales y huertos urbanos en camellones, acciones que en conjunto no sólo embellecen nuestra ciudad, sino que además polinizan nuestro hábitat urbano, algo indispensable para el rescate verde de nuestra ciudad capital.
Reflexión para tener presente
Las experiencias narradas acerca del trabajo de Guilabert y la explicación compartida por Martínez Jaime nos llenan de esperanza y ofrecen alternativas sustentables a bajo costo, que sumadas a las iniciativas de educación ambiental, abren un camino que en conjunto nos permitirán recuperar las áreas verdes urbanas y de esparcimiento y recreación.
Sumar voluntades e impulsar este tipo de proyectos desde las autoridades locales nos acercarán a una ciudad que puede ser vista por propios y extraños como su hábitat, a un mayor nivel de confort y por ende con una calidad de vida superior, más resiliente y segura.
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Beatriz Acevedo es geógrafa, especialista ambiental, promotora de la cultura ambiental, a través del arte, la cultura y el cine documental.
Twitter: @ConSentidoVerde