Por Beatriz Acevedo
Repetir y repetir, hasta que se entienda
De nuevo hablaremos de la plaga del muérdago que afecta a los árboles capitalinos, debido a sus terribles consecuencias. Lo que tenemos frente a la vista es un enemigo silencioso capaz de acabar con un alto porcentaje de los árboles de la quinta ciudad más poblada del mundo, inmersa dentro de un caos vial, con estrés hídrico y que de no actuar de inmediato, comprometería aún más la calidad del aire que respiramos.
Es entonces más que obvia la necesidad de insistir en el tema, exhortando a las autoridades competentes a actuar con responsabilidad; de igual forma, atraer la atención de quienes vivimos en esta ciudad, para que de manera informada seamos parte responsable de una solución regenerativa.
Recordemos que el muérdago es —como ya lo hemos mencionado—,esa planta semi-parásita que se hospeda en los árboles, penetrando su corteza. Una vez que se instala, absorbe de su hospedero el agua, las sales minerales y los nutrientes que necesita, desarrollando por cuenta propia, una actividad fotosintética.
Aile retirado a causa del muérdago en la Calle Pachuca – Colonia Hipódromo Condesa.
Foto: Manuel Zuñiga
Su poder de absorción es tal que ocasiona el debilitamiento total de las defensas del árbol, haciéndolo, día con día, más vulnerable al ataque de otros agentes patógenos, que ocasionarán inevitablemente la muerte del árbol huésped.
Entre lo pegajoso de las semillas del muérdago y la ayuda de las aves, la reproducción logra darse sin mayor dificultad. Las aves van llevando las semillas del muérdago adheridas a su pico, a sus plumas y a sus heces. Cuando se posan sobre otro árbol, las semillas se dispersan y germinan con facilidad.
A la facilidad reproductiva del muérdago, sumemos la acción de múltiples factores, vinculados a la contaminación del aire, del suelo y del agua, tales como:
- Un suelo contaminado por heces fecales, residuos inorgánicos, residuos grasos y solventes.
- Una relativa poca diversidad de especies arbóreas, que facilita la propagación de las plagas.
- Las malas prácticas de podas, lo que se traduce en cortes mal hechos de los árboles.
- La falta de capacitación de quienes realizan las labores de limpieza y mantenimiento de las áreas verdes urbanas.
Frente a esta problemática, en esta colaboración vamos a analizar algunos datos verdaderamente preocupantes, acerca de la presencia del muérdago en algunas colonias de la Ciudad de México.
Datos preocupantes de un arboricultor
En la Ciudad de México existen cientos de empresas que se dedican a la poda y saneamiento general del arbolado urbano. Desgraciadamente la calificación de los servicios que prestan, en muchos casos, dista mucho de ser una solución efectiva que acabe con la plaga del muérdago, y es que sí, sí se puede acabar con ella sumando voluntades.
Los datos recabados con la ayuda de Manuel Zuñiga, un experto arboricultor, revelan una situación verdaderamente preocupante. Él afirma que en todas las calles de Roma e Hipódromo Condesa hay por lo menos un árbol con muérdago. Verificar tal afirmación fue muy fácil.
Árbol atacado por el muérdago en la calle Coahuila de la Roma Sur.
Foto: Magda Ortiz.
A esta situación sumemos el hallazgo de Zuñiga de casi 100 árboles con muérdago, en sitios muy puntuales de la Ciudad de México, distribuidos de la siguiente forma en estas otras colonias:
- 12 árboles con muérdago en la Hipódromo Condesa.
- 13 árboles con muérdago en San Ángel.
- 1 árbol con muérdago en la calle Chiapas de la Roma Sur-
- 18 árboles con muérdago en Lindavista.
- 2 árboles con muérdago en Coyoacán.
- 2 árboles con muérdago en Álvaro Obregón.
- 51 árboles con muérdago en el Callejón del Río, en Santa Catarina.
Aun cuando estos datos ciertamente son puntuales, lo que bien vale la pena resaltar es que estamos frente a la aplastante realidad de la falta de un inventario fitosanitario completo de toda la Ciudad de México, que nos permita corroborar la información con las bitácoras y registros de las distintas empresas y organizaciones dedicadas a la difícil y apasionante labor de la arboricultura.
No perdamos de vista tampoco que, ante la facilidad reproductiva del muérdago, un árbol infestado puede desencadenar la propagación o dispersión de la plaga hasta 1 km a la redonda. Las aves que dispersan las semillas, procuran digerir sus alimentos relativamente cerca de donde lo encuentran, debido al peligro de sus posibles depredadores y en ese proceso mismo de supervivencia, la dispersión del muérdago resulta indetenible.
¿Y qué podemos hacer nosotrxs?
Diagnosticar es el paso previo a las acciones regenerativas, que van como la vida misma, de lo simple a lo complejo. Lo más sencillo que tenemos a la mano —antes de buscar treparnos a la copa de un árbol sin estar calificados para ello— es acatar las siguientes recomendaciones emitidas por la SEDEMA:
- Mantener limpio el suelo donde hayan árboles plantados, retirando los residuos inorgánicos.
- Retirar heces de perros y gatos ya que son un foco de infección.
- No arrojar en el suelo restos de agua con detergentes, solventes, grasas u otras sustancias que puedan contaminarlo.
- En temporada de secas, regar el árbol dos o tres veces por semana.
- Colocar hojarasca dentro de las jardineras, ya que sirve de materia orgánica y devuelve sus nutrientes al suelo, protegiéndolo de la erosión.
- Antes de plantar algún tipo de vegetación es necesario informarse de las especies adecuadas para el tipo de clima y suelo de la localidad.
- Evita podar por tu cuenta propia un árbol enfermo o al muérdago en sí, ya que eso podría aumentar el riesgo de propagación de la plaga o debilitar más al árbol dañado.
- Recordar siempre que está prohibido para la ciudadanía podar y derribar el arbolado público.
- Cuando se identifica un árbol enfermo, se debe informar a la alcaldía para que tomen las medidas pertinentes.
- Siempre se puede acudir al área de atención de parques y jardines de las alcaldías para informarse y capacitarse.
Reflexión para tener presente
Aprendamos a caminar valorando nuestro entorno inmediato y entrenemos la vista en una observación más aguda. Sensibilicemos a propios y extraños acerca del tema y busquemos desarrollar acciones de activismo en pro de nuestros árboles. Enfrentemos esta problemática de la mano de los expertos. Construyamos una comunidad de barrio unido, que extienda la mano a la regeneración de las áreas verdes para nuestra supervivencia ambiental.
En nuestra ciudad capital se pueden identificar más de 10 especies distintas de árboles con un alto valor ecológico y paisajístico, entiéndanse: fresnos silvestres, cedro de San Juan, algunos tipos de eucaliptos, jacarandas, olmos y álamos, entre otros; desafortunadamente, ninguno de ellos está libre de contraer esta plaga.
Los dos Ailes retirados a causa del muérdago en la Hipódromo Condesa nos obligan a valorar el uso que estamos haciendo de nuestras especies arbóreas. Zuñiga señala que, en la antigüedad, el Aile fue un árbol muy venerado por los Aztecas. Hoy, por el contrario, vemos cómo, con la indiferencia ante la problemática del muérdago, estamos acabando con estos valiosos árboles ancestrales, sin justificación alguna y en nuestra contra.
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Beatriz Acevedo es geógrafa, especialista ambiental, promotora de la cultura ambiental, a través del arte, la cultura y el cine documental.
Twitter: @ConSentidoVerde
Referencias
SEDEMA (s/f). Rompe el romance con el muérdago y salva la vida de los árboles de la ciudad.