Por Javier Medina
Se necesita una política que apueste al futuro llevando al frente el cuidado de ecosistemas. Este proceso electoral que vivimos en el país es una oportunidad para posicionar fuertemente las agendas ambientales y, desde los espacios de toma de decisiones, abordar de manera consistente a la acción por el clima y el medio ambiente; eso es lo que nos demanda el entorno que actualmente vivimos.
El abanico existente en torno a temáticas ambientales es amplio: gestión de residuos, gestión del agua y del territorio son algunos de los aspectos más importantes, pues de ellos depende en gran medida nuestra calidad de vida y la subsistencia de las especies con las que cohabitamos. El cuidado y protección del ambiente es un asunto eminentemente público y su abordaje serio y consistente nos ayudará a vivir realidades en las que ecosistemas sanos, ciudades ordenadas y cuerpos de agua limpios sean una realidad. Para ello, es necesario que se conjuguen elementos que son básicos, pero que además son indispensables y dotan de claridades al momento de tomar decisiones. Entre estos elementos, el primero recae en la necesidad de comprender la relevancia de las agendas ambientales; después, conectar discursos con la realidad y hacer que éstos tomen peso real a través de la congruencia y el entendimiento de los entornos. Por último, hay que tomar como base indicadores y documentos que permitan trazar una ruta de acción a seguir.
Para citar un ejemplo, uno de estos ejes orientadores puede encontrarse en publicaciones como el Informe Especial sobre la Situación de la Normativa en Materia de Protección al Ambiente, Preservación y Restauración del Equilibrio Ecológico en Jalisco. Este Informe, publicado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, pretende abonar en la vigilancia del cumplimiento del derecho humano al ambiente sano y adecuado para el desarrollo de las personas, desde un enfoque integral, pues parte de la importancia de constituir políticas públicas y normatividad que hagan efectivos los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA) en Jalisco, para beneficio de las personas que habitan el estado.
La elaboración del Informe arroja como resultado final un total de 11 proposiciones dirigidas a los tres poderes en la entidad para que, a través de sus instituciones, se desarrollen diversas actividades, estando divididas de la siguiente manera: 3 al Poder Ejecutivo, 1 al Legislativo, 1 al Judicial, 1 a los tres Poderes y 5 a los municipios. Esas proposiciones y su contenido sugieren un piso mínimo con el que debemos contar para instrumentar la protección y conservación del ambiente tomando como base una sólida normatividad en lo local que así lo haga posible.
Dentro de los aspectos contenidos en las proposiciones que arroja el Informe, destacan los siguientes aspectos:
- La necesidad de revisar, analizar y actualizar todas las políticas públicas, planes, programas y proyectos que operan actualmente en la entidad (esto en el ámbito estatal y municipal).
- Diseñar e implementar un sistema de educación en cultura ambiental para servidoras y servidores públicos en lo estatal y municipal.
- Desde el gobierno estatal, brindar asesoría legal y operativa a todos los 125 municipios de la entidad.
- Desde el Legislativo, presentar las iniciativas necesarias para crear una normativa estatal de responsabilidad ambiental que incluya al menos; la posibilidad de disponer medidas cautelares, medidas para facilitar la producción de la prueba del daño ambiental, y mecanismos de reparación.
- Desde el Judicial, estudiar y poner en ejercicio la creación de juzgados especializados en materia ambiental.
- A cada uno de los tres Poderes, en lo individual o de manera conjunta, proponer al Congreso de la Unión la elaboración de un Código Ambiental Federal.
- Particularmente en el ámbito municipal resaltan la necesidad de crear y actualizar reglamentos municipales en materia de protección del ambiente, incentivar la participación ciudadana; profesionalizar al personal de la administración pública municipal y la actualización de sus sitios web para cumplir en disposiciones de transparencia teniendo como base la publicación de su normatividad sobre medio ambiente.
Algo que no destaca de manera expresa en el Informe, pero que sin duda debe llevarse a cabo y no puede esperar, es hacer efectivos los mecanismos de regulación ambiental ya existentes, dotar de presupuestos suficientes a las instituciones para que puedan desarrollar sus funciones y ajustar los esquemas de desarrollo a los instrumentos de política ambiental que se encuentran ya vigentes. Desde ya, el desarrollo debe ser con equilibrio ambiental y con las personas al centro.
Es momento de que la política vaya más allá de la lucha por expresiones políticas para ocupar espacios. Este proceso electoral es una oportunidad para que acceder al poder tenga un propósito.
Como generación tenemos una responsabilidad con nuestros entornos y los espacios que habitamos, además, un compromiso con el futuro. Por nuestros hijos e hijas, nietos y nietas, plantemos cara a la crisis ambiental y climática que vivimos. Desde lo local, dejémosles un planeta que les permita desarrollarse de manera plena y con condiciones que les permitan ser lo que sueñan ser.
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Javier Medina es abogado por la Universidad de Guadalajara con enfoque en políticas públicas y medio ambiente. Militante de Futuro.
Twitter: @javier_medinaP