“Más vale tarde que nunca”, dirán algunos… y, pues ya qué. Aunque los dichos del expresidente, Jair Bolsonaro, hayan hecho que, en su momento, algunos de sus seguidores hayan decidido no vacunarse contra el COVID-19.
Durante un evento del Partido Liberal, celebrado el pasado sábado 17 de junio, el expresidente Jair Bolsonaro pidió disculpas públicas por haber desinformado a la población sobre el contenido de las vacunas antiCOVID.
“Relacioné inadvertidamente la sustancia con la vacuna, hecho desmentido en agosto de 2021. Una vez más me arrepiento de lo que dije y pido disculpas”, señaló el expresidente de Brasil.
A la sustancia a la que se refirió el expresidente fue el grafeno, la cual, en su momento aseguró que estaba contenida en las vacunas contra el COVID-19 y que, una vez aplicadas en la gente, iba a dar directamente a los testículos y los ovarios.
Lo anterior probablemente provocó que miles – sino es que millones – de brasileños hayan decidido no vacunarse contra el COVID-19. Después de todo, quién iba a querer tener carbono puro en sus genitales que, según las teorías desinformadoras, serviría para “magnetizar” los cuerpos y alterar las funciones del cerebro.
Al aceptar que la regó, el expresidente Jair Bolsonaro señaló que dijo lo que dijo sobre las vacunas tras haber leído – quién sabe dónde – reportes preliminares del desarrollo de las vacunas… y que, ahora se retracta, ya que es un “entusiasta del potencial laboral del óxido de grafeno”. Ahhhh.
El cómo las vacunas antiCOVID iban a ser utilizadas para incrustar en la gente tecnología de localización GPS (para eso decían en redes que era el grafeno en las vacunas) no fue lo único que Bolsonaro dijo negativamente sobre los “biológicos”. También los relacionó con el SIDA… una aseveración bastante seria que lo hizo estar bajo investigación de la Suprema Corte de Brasil.
Jair Bolsonaro a punto de ser enjuiciado por desinformar sobre las elecciones
Y hablando de la Corte y la desinformación… el expresidente Jair Bolsonaro ofrece estas disculpas ahora que está a nada de ser llevado a juicio por abuso de poder político, el cual habría ejercido en las pasadas elecciones presidenciales.
Bolsonaro es acusado de – ¡sorpresa! – difundir información falsa sobre el proceso electoral que llevó a la reelección de Lula da Silva. De ser encontrado culpable, podría ser castigado, en el caso más extremo, con la inhabilitación política.