Una de las principales recomendaciones de las autoridades ante el desabasto de gasolina es evitar almacenar combustible en garrafones o recipientes que no hayan sido fabricados para ello por el gran peligro que esto implica.
Recientemente en la colonia San Felipe de Jesús, municipio de León, en Guanajuato, explotó un garrafón de 20 litros de combustible en una vivienda, por lo que seis personas resultaron lesionadas. De acuerdo con los reportes de los cuerpos de emergencia, dos jóvenes resultaron con quemaduras en el rostro y otras cuatro con intoxicación por el humo.
Garrafón con 20 litros de #gasolina explota en una vivienda de #Guanajuato ➡️https://t.co/zNqliFa8kO pic.twitter.com/6GoRVcPQPs
— El Heraldo de México (@elheraldo_mx) 15 de enero de 2019
De acuerdo con el Cuerpo de Bomberos municipal, el incendio se generó al interior de la casa justo en el contenedor de gasolina, que posteriormente dañó la tubería de gas natural y —aparentemente— explotó por acumulación de gases.
Entonces ¿por qué es peligroso almacenar combustible en garrafones o recipientes no adecuados?
Debido a que no se cuentan con las medidas de seguridad necesarias para su almacenamiento, almacenar combustible en garrafones o recipientes de plástico no adecuados puede provocar incendios o explosiones (como en este caso).
Pero eso no es todo.
El secretario de Salud de Guanajuato, Daniel Díaz Martínez, explicó que entre los principales riesgos de salud a los que nos exponemos si usamos un garrafón de agua potable contaminado con gasolina están la pérdida del olfato o la visión, desprendimiento de la retina, ardor y enrojecimiento de ojos, pérdida del oído, diarrea, vómito, entre otros.
Además, aparte del riesgo de explosión, se contamina el combustible y reduce su eficiencia.
#SSG exhorta a extremar precauciones con el uso de garrafones que se utilizan para llenar gasolina.👇https://t.co/XF7igVkTkA pic.twitter.com/MtHGXSvqLv
— Secretaría de Salud (@SaludGuanajuato) 14 de enero de 2019