Siguiendo con el ejemplo de El Chapo Guzmán y Javidú, quienes no pierden oportunidad para cínicamente rezongar porque en prisión no reciben el trato de reyes que acostumbraban estando en libertad, exlíderes del narco han decidido hacer lo mismo… pero en una versión un tanto patética, según los estándares de gandallismo que manejaban.
De acuerdo con Reforma, en los penales federales del Altiplano y de Occidente, decenas de reos han denunciado ¡ante la Profeco! los abusivos precios que las tiendas de las prisiones han determinado para los productos… poniendo énfasis en el alto costo de las “papitas”, productos de aseo, así como papelería.
Líderes del crimen organizado, secuestradores y capos del narco en penales de Jalisco y Edomex recurrieron a la Profeco para reclamar los precios excesivos con los que adquieren botanas, refrescos, artículos de papelería y más productos https://t.co/B1K5t2T3n7
— REFORMACOM (@Reforma) 28 de marzo de 2018
Lo anterior sería hasta cierto punto razonable, tomando en cuenta que no todo reo tiene los recursos de… no sé, digamos el exlíder del Cártel de Juárez, Vicente Carrillo Fuentes; el excabecilla de Guerreros Unidos, Sidronio Covarrubias; Vicente Carrillo Leyva, El Ingeniero, hijo de Amado Carrillo, El Señor de los Cielos; Ismael Zambada Imperial, hijo de El Mayo Zambada, así como de José Noé Barajas, quien era operador de los Caballeros Templarios… y ahí es cuando esta nota adquiere el tono de what?, ya que estos tres finos sujetos forman parte del grupo de reos que envió una carta a la Profeco, solicitando que chequen por qué los Cheetos de 255 gramos ahora cuestan 60.50 pesitos, cuando antes nomás tenían que desembolsar 43. Un alza de cerca del 20%.
“Somos obligados a comprar productos para nuestra alimentación, aseo y papelería a un excesivo e injustificado sobreprecio. Somos obligados porque no se nos proporciona una adecuada alimentación, porque sólo existe una opción que monopoliza la venta de productos, porque requerimos artículos de papelería para poder comunicarnos con nuestros familiares y juzgados para ejercer nuestro derecho de defensa”, reprocha la misiva enviada desde el penal de Occidente, la cual cuenta con la rúbrica de José de Jesús El Chango Méndez, exintegrante del nada extorsionador grupo criminal conocido como La Familia Michoacana.
Según señala el diario capitalino, las cartas fueron dirigidas al titular de la Profeco, Rogelio Cerda, a quien pidieron que se encargue de que los precios en las tiendas de las prisiones sean los “reales”… ahhhh, y que se sancione a quienes cometen abusos (¿cómo? no sé, quizás metiéndolos a la cárcel). “No porque estemos recluidos en un centro federal nos podrán vender cosas a precios que ellos quieran”, advierte la misiva cuyos argumentos se basan en artículos de la Constitución, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, así como la Ley General de Transparencia.
Por su parte y en demanda más razonable, familiares de internos del Cefereso 17, en Michoacán, denunciaron la misma situación. De acuerdo con sus quejas, los reos tienen que alimentarse de comida chatarra, ya que “les dan muy poco de comer”… y como los productos de la tienda son altamente costosos, pues nomás no les alcanza.