James Comey, exdirector del FBI, declara ante el Senado por caso Trump-Rusia

ACTUALIZACIÓN

En este enlace pueden seguir la comparecencia en vivo:

La hora llegó. El exdirector del FBI, James Comey, compareció ante el Senado sobre su despido y la investigación en curso que realiza la principal rama de investigación criminal del Departamento de Justicia de los Estados Unidos sobre la trama Trump-Rusia. Comey abrió su intervención asegurando que el gobierno lo ha difamado a él y, más importante, al FBI. También aseguró que el gobierno le miente a sus ciudadanos. El exfuncionario calificó  como una “mentira llana y simple” que el motivo de su despido fuera que su continuidad debilitaba el servicio de inteligencia porque su personal ya no confiaba en su liderazgo.

Ante el cuestionamiento directo sobre si el presidente Donald Trump le pidió que detuviera la investigación que vincula a sus allegados con el Kremlin, James Comey dijo: “No, no que haya sabido”. Las palabras exactas de Trump en la reunión fueron “espero que puedas acabar la investigación sobre (Michael) Flynn”, lo cual, según el senador y abogado Jim Risch, no puede entenderse como una orden. No obstante, Comey aseguró que su sentido común le dijo que Trump “quería obtener algo a cambio de mi petición de quedarme”. El compareciente indicó que no sabe a ciencia cierta por qué el mandatario lo retiro de su cargo como director del Buró Federal de Investigaciones. “Realmente no lo sé”, afirmó Comey, quien catalogó a Trump como una persona rara.

El exdirector del FBI afirmó que a él no le corresponde decidir si el magnate incurrió o no en obstrucción de la justicia, que esa es chamba de Robert Mueller, fiscal especial que se encargará de la investigación Trump-Rusia. Comey dijo que no tiene duda alguna de que Rusia estuvo detrás de la intromisión en las elecciones presidenciales de 2016, aunque su participación no alteró de manera alguna los resultados finales de los comicios. Cuando le preguntaron si el presidente Donald Trump era parte de esta investigación, Comey se limitó a decir que no.

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La nube del impeachment ronda por la cabezota mal peinada de Donald Trump. Pero para nubes, la de la investigación sobre el papel de Rusia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la cual consideraba que estaba dañando a su administración, por lo que le pidió a su exdirector del FBI, James Comey, un consejo para ver “qué podíamos hacer para levantarla”.

De acuerdo con La Jornada, lo anterior (ocurrido el pasado 30 de marzo) será lo más leve que Comey declarará hoy ante el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense. ¿Cómo lo sabemos? Bueno, porque la declaración inicial por escrito ya fue divulgada en medios y sólo resta que la confirme hoy ante legisladores.

El ex del FBI confirmará que el mero día de San Valentín (14 de febrero) el presidente se le acercó muy seductoramente y, con esa voz pastosa que se carga, le dio a entender que ya le bajara de huev… que pusiera fin a la investigación sobre su exasesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, quien tuvo que dejar el cargo tras revelarse sus “queveres” con los rusos. “Es un buen tipo, yo espero que puedas ver la manera para dejar ir esto, dejar ir a Flynn”, le dijo el republicano.

Según medios internacionales que gustan de atacar al carismático Trump con fake news, las declaraciones de Comey serán una bomba capaz de generar el cargo de obstrucción de la justicia en contra del mandatario gringo… mismo cargo por el que Richard Nixon y Bill Clinton fueron llevados a juicio. El primero tuvo que renunciar a su cargo, mientras que el otro la libró… pero jamás volvió a ser el mismo.

Hasta ahora sólo les hemos descrito dos de las nueve interacciones que Comey explicará lo más sabroso posible ante el Comité de Inteligencia del Senado. Bueno, una más: en enero, Trump le preguntó si deseaba conservar su chamba. “Sí, por los 10 años que dura el cargo”, contestó el entonces director del FBI, ante lo cual el mandatario le advirtió (en la orejita) que “mucha gente deseaba ocupar ese puesto”… sólo porque Comey no es malpensado, sino podría decir que se trató de un intento de echárselo al plato. Pero no. Para él “fue un esfuerzo para obligarme a solicitarle mi empleo y crear algún tipo de relación de patrocinio político”.

Fue tanto el acoso de Trump, que el funcionario le “imploró” al procurador Jeff Sessions que no fuera gacho e hiciera algo para que ya no hubiera tanta comunicación directa con Trump… pero cuando un sujeto como el republicano anda prendido, no hay manera de pararlo. Y bueno, ya que Comey no aflojó, terminó por ser despedido y su puesto será ocupado por Christopher Wray.

Se espera que las declaraciones de Comey dañen la ya muy vapuleada administración de Trump. Lo serio del asunto, es que podrían confirmar sospechas sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales… ya si los del Kremlin no hicieron hackeo, sí influyeron de manera determinante.