En realidad el flamante ex miembro de la Sedena sigue en cárcel, pero si las autoridades aplican el mismo criterio del caso de Adriana, una joven de 13 a la que confesó haber asesinado, entonces bien podría estar libre en corto. Ahhh, es que enfrenta otros procesos penales, por otros tres asesinatos.
A pesar de que Filiberto Hernández (no confundir con el gran Felisberto Hernández) confesó detalladamente cómo raptó y agredió a una chica de sólo 13 años (e incluso señaló el lugar en que enterró el cuerpo), las autoridades de San Luis Potosí han decidido absolverlo. Aparentemente, por alegar que durante su proceso fue víctima de tortura, además de que el Ministerio Público omitió algunas pruebas: sólo entregó su confesión y una prueba psicológica, cosas insuficientes para la consignación, explica la abogada de las víctimas, Karla Michel.
La desaparición de Adriana ocurrió en 2011, mismo año en que su cuerpo fue encontrado con signos de violencia sexual y física. No obstante, Filiberto Hernández no fue detenido sino hasta 2014… así que el maestro de zumba y karate tuvo tiempo para cometer algunos delitos más: en 2013 mató a otra niña y dos más en 2014, una de 9 años y una joven de 32. Con todo, su detención se logró por el delito de portación de arma de uso exclusivo del ejército… y ya después decidieron procesarlo por los asesinatos.
En el caso de Adriana, las autoridades iniciaron las investigaciones sobre su desaparición con el móvil más frecuente: “se fue con el novio”. Los familiares no se tragaron el cuento y siguieron la búsqueda: de 2011 a 2014 (año en que se detuvo al agresor) los policías “trataban de establecer que la niña había huido del entorno familiar”. Ahora que fue absuelto el hombre al que tardaron tres años en vincular con la agresión, Sandra Campuzano (madre de la víctima) pudo leer la escalofriante confesión y una frase hace incomprensible que Hernández haya librado la justicia: “se defendió con uñas y dientes. Le tuve que pegar en la cabeza”.
Hoy las familias de cuatro de las víctimas del ex militar de 43 años se encontrarán con el con el subprocurador de Ciudad Valles, San Luis Potosí, Pablo Alvarado, con el fin de solicitar una nueva investigación, así como corregir los errores cometidos por los policías ministeriales y el Ministerio Público de la entidad. Demasiado evidentes: según señala Animal Político, en el cateo realizado a la casa de Hernández se pudo encontrar cabello y ropa de niña… nomás que estas pruebas no fueron analizadas. Mismo caso con los rastros hallados en la camioneta del ex militar.
“No me he vuelto loca porque tengo que seguir con esto. No quiero que otra madre sufra lo que yo”, comentó la madre de Adriana.
Además de intentar evitar que otra familia pase por lo mismo, Campuzano teme por su vida ahora que Hernández ha solicitado su traslado a un penal de Ciudad Valles: “Si lo dejan libre nos va a matar”.