Ayer, martes 3 de abril, la Fiscalía General de Veracruz informó sobre la detención del exdirector general de Servicios Periciales, Gilberto “N”, y la exdelegada regional de la Policía Ministerial de la Zona Centro Xalapa, Carlota “N”, ambos exfuncionarios de seguridad durante el gobierno de Javier Duarte en el estado.
Son acusados por su presunta responsabilidad en el ocultamiento y alteración del hallazgo de 13 cuerpos en enero de 2016.
#FGEInforma
Captura FGE a ex Director de Periciales y a ex Delegada de la Fiscalía, por desaparición forzadahttps://t.co/q59ijbJ408 pic.twitter.com/WK8iYmP2oT— FGE Veracruz (@FGE_Veracruz) 3 de abril de 2018
La Fiscalía refiere que ambos fueron puestos en sus cargos por el entonces fiscal de Javier Duarte, Luis Ángel Bravo Contreras, quien actualmente está encarcelado.
Los cuerpos a los que se refiere el comunicado fueron encontrados en el lugar conocido como La Barranca de la Aurora, en el municipio de Emiliano Zapata, Veracruz. Incluso el lugar es señalado por testigos como el sitio en donde se arrojaban a víctimas de desaparición forzada, crímenes presuntamente cometidos por servidores públicos de la Secretaría se Seguridad Pública del Estado.
Se localizaron el 19 de enero de 2016 los restos de al menos 19 personas, sin embargo supuestamente por órdenes de Gilberto “N” y de Carlota “N” el personal bajo su mando sólo reportó la aparición de 6 cuerpos.
Se refiere que de los 13 cuerpos que fueron ocultados, uno de ellos fue llevado hasta la localidad de Santa Ana en el municipio de Alto Lucero, lugar donde se simuló haberlo encontrado.
El cuerpo ya había sido identificado anteriormente como David Lara Cruz, elemento de la Secretaría de Seguridad Pública, desaparecido desde el 12 de enero de 2016 después de haber sido privado de su libertad por miembros de su propia corporación cuando salía de las instalaciones de Evaluación y Control de Confianza de esa dependencia.
Los restos de las 12 personas restantes no fueron reportados oficialmente y se desconoce su identidad y ubicación.
Algunos testimonios señalan que los restos fueron entregados a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, dependencia que se encontraba al mando de Arturo “N”, quien hoy está vinculado a proceso por su probable participación en desapariciones forzadas.
