Hace algún tiempo, a principios de febrero, miles de personas llegaban hasta el Monte Tláloc, en el Estado de México, para presenciar el fenómeno popularmente llamado la Montaña Fantasma.

Y cuando decimos miles probablemente nos estamos quedando cortos. Este era un evento que atraía a demasiadas personas que subían a la montaña, con casa de campaña, para poder estar en la cima al amanecer y presenciar el fenómeno óptico.

La cosa es que, como en todos lados, el turismo masivo, sin control y sin respeto por el medio ambiente comenzó a tener repercusiones muy negativas para el Monte Tláloc, que está dentro del Área Natural Protegida Parque Nacional Iztaccihuatl Popocatépetl.

Foto: MARGARITO PÉREZ RETANA/ A la izquierda, el Popocatépetl y el monte Tláloc.

Pero ¿qué es la Montaña Fantasma? ¿cuáles son las afectaciones al bosque del Monte Tláloc?

El Monte Tláloc

El Monte Tláloc, junto con el cerro Telapón que está a un lado, son un par de viejos volcanes que se formaron hace 5 millones de años. En conjunto con el cerro Papayo y el cerro Tlamacas, al norte, conforman la Sierra de Río Frío. 

Tiene una altura de 4 mil 125 metros sobre el nivel del mar y en la cima encontramos un sitio arqueológico y centro ceremonial muy importante (el adoratorio más importante de Mesoamérica)

Esta montaña forma parte del Parque Nacional Iztaccihuatl Popocatépetl, que se ubica en territorio del Estado de México, Morelos y Puebla.

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Foto: CONANP

De acuerdo con el programa de manejo del Área Natural Protegida, el parque abarca una superficie de 39 mil 819 hectáreas que están divididas en subzonas ya que requieren niveles de manejo específicos. 

Una de las subzonas, la de preservación, tiene una superficie de más de 18 mil hectáreas y está conformada por el polígono entre el Tláloc y el cerro Telapón, el Papayo, el Iztaccíhuatl y el Popocatépetl. 

En este mapa, la zona de preservación que incluye al Tláloc está en color verde agua.

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Foto: DOF/ Semarnat

Los montes Tláloc y Telapón se ubican al norte del parque y están en los límites de los municipios de Ixtapaluca y Texcoco en el Estado de México, así como Santa Rita Tlahuapan, en Puebla.

Hay partes en las faldas del monte Tláloc que están dentro de la subzona de uso público, pero ese es otro asunto.

Pero ojo, casi todo el territorio en el monte Tláloc es ejidal, es decir, es propiedad de las comunidades en las que está ubicado. Entonces, la Unión de Ejidos de la Montaña está integrada por las comunidades de Santa Catarina del Monte, San Miguel Tlaixpan, Nativitas, San Dieguito, Tequixquinahuac y San Pablo Ixayoc.

A estas comunidades les entregaron la propiedad de la mayor parte del Monte Tláloc años antes de que fuera nombrada como Área Natural Protegida (en 1935). Los títulos de propiedad fueron respetaros y unas de las obligaciones son la preservación y conservación del ecosistema.

Es por eso que son los propios ejidos y las autoridades del Parque Nacional los que lanzan el aviso: ya no se permitirá el acceso al Monte Tláloc en las fechas del evento de la Montaña Fantasma.

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Foto: CONANP

Y ahora que ya pusimos sobre la mesa más datos sobre el Monte Tláloc, vamos a hablar sobre lo que es la famosa Montaña Fantasma.

Montaña Fantasma

Si abres redes sociales y buscas el término “Montaña Fantasma” vas a encontrar una infinidad de descripciones sobre lo que es este fenómeno óptico. Pero la más común es que hay varios días en los que el sol proyecta la sombra del Monte Tláloc sobre las nubes y se forma una montaña que no existe.

La realidad es un tanto distinta a esa versión.

El arqueólogo Ismael Arturo Montero García describe un poco del fenómeno en su libro Atlas Arqueológico de la Alta Montaña Mexicana.

La investigación arqueoastronómica reciente denota posiciones del sol en el horizonte a intervalos de 20 días, posiblemente hay una referencia a los días nemotemi del calendario. También hay relación con otras montañas por medio de líneas visuales que corresponden a la salida y puesta del sol en ciertos días del calendario cuando se llevaban a cabo las ceremonias en los santuarios colocados en alturas relevantes“.

Entonces, la realidad es que entre el 7 y el 12 de febrero de todos los años, la salida del Sol en el horizonte se ajusta a la alineación natural que existe entre el Monte Tláloc, la Malinche y el Pico de Orizaba

Imagina que estás parado en la punta del Monte Tláloc y tu mirada está apuntada al horizonte, hacia la Malinche en Tlaxcala. Este gráfico de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) muestra que desde el Tláloc se puede ver la Malinche y el Pico de Orizaba.

Entre el 7 y el 12 de febrero la salida del sol, desde el Tláloc, coincide con la alineación de la Malinche y el Pico de Orizaba por lo que podemos apreciar sus cimas, a contra luz, como si fuera una sola.

Esa es la famosa Montaña Fantasma, un fenómeno óptico a la salida del sol.

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Foto: CONANP

Y sí, acá les dejamos una foto en la que se aprecia el fenómeno óptico conocido como la Montaña Fantasma: los dos volcanes a contra luz como si fuera uno solo justo al amanecer.

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Foto: Jacobo Amaro/ Wikipedia

Y claro, es un espectáculo visual bastante impresionante si le sumamos que estamos en la cima de un viejo volcán con uno de los centros ceremoniales más importantes de la zona.

La cosa se comienza a complicar cuando en un día hay de 3 mil a 5 mil visitantes sobre el Monte Tláloc, al mismo tiempo, para ver el fenómeno. Ahí está lo desastroso.

¿Por qué no deberíamos subir al Tláloc para ver la Montaña Fantasma?

Para entender por qué los 6 ejidos propietarios del Monte Tláloc decidieron impedir el paso a los visitantes en estas fechas específicas, platicamos con Armando Hidalgo Elizalde, quien es comisariado ejidal de la comunidad de San Pablo Ixayoc y, por lo tanto, integrante de la Unión de Ejidos de la Montaña.

La difusión de este fenómeno se fue dando y la gente comenzó a subir. El problema es que cada vez subió más gente, miles. De por sí el turismo sin control, porque no lo hemos podido controlar, ya está causando problemas al bosque, a la flora y a la fauna, aún cuando son pequeños grupos. Imagine cuál es la afectación por miles de personas…“, afirma.

El comisariado explica que fue desde años pasados cuando la Unión de Ejidos se reunió con el gobierno municipal, Probosque y las autoridades del Parque Nacional para tomar la decisión de detener este evento ante las afectaciones que se provocan a a la montaña.

Una de las obligaciones que tenemos como ejido, que nos da el gobierno a la hora que nos dota de estos ejidos, es precisamente cuidar al medio ambiente. Entonces atendiendo a esa obligación decidimos definitivamente detener este evento para proteger el patrimonio de los ejidos y de la humanidad. Proteger el bosque es proteger la vida“.

Y uno pude pensar: qué daño le hace una persona al subir a la montaña una vez al año. El asunto es que en un fin de semana, que es cuando más suben, llegan a haber miles de personas arriba.

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Foto: CR Comunicación

¿Qué implica? La mayoría de las personas suben con la intención de acampar ya que la idea es ver el amanecer en la cima.

Acampar implica que todas esas personas tienen que hacer del baño (materia fecal y orina), tienen que comer y preparar sus alimentos, muchas veces destruyen árboles o arbustos para conseguir leña, encender una fogata implica un riesgo altísimo de un incendio forestal, el estrés para la fauna y la flora es enorme, muchos animales mueren durante estos días (insectos, conejos, víboras, etc.) y de la basura y desechos que se quedan arriba cuando las personas bajan, ni hablamos.

En esta época ya está muy seco todo y la gente provoca incendios, ya ha pasado. Y luego nosotros tenemos que ir a controlarlos pero los daños son verdaderamente irreversibles. No es que no queramos que disfruten de este evento, solo que hay pensar en los daños al bosque. Queremos que el acceso a la montaña sea controlado, no en forma masiva, con conciencia del espacio en el que estamos, de forma ordenada y con respeto a los límites“.

Va otro ejemplo: los excrementos humanos.

La alta montaña presenta retos bastante importantes para el manejo de las excretas humanas. Las bajas temperaturas, la erosión del viento y el agua, la altitud y el suelo inestable propician una lenta descomposición de la materia orgánica.

Y esto se traduce en contaminación de mantos freáticos (el agua en el subsuelo), el deterioro del paisaje y sobre todo la modificación de las condiciones del suelo (el pH y los nutrientes).

La destrucción se convierte en un ciclo sin fin.

La importancia del Monte Tláloc

Para empezar, de ahí baja el agua para varias comunidades.

La superficie presenta una serie de escurrimientos de agua que bajan el vital líquido dependiendo de la intensidad y la frecuencia de las lluvias. Estos arroyos dan lugar a los ríos Purificación, Xapalango, Coaxacoaco, Texcoco, Chapingo, San Bernardino, Tejocote, Santa Mónica y Coatepec.

En las partes de la montaña por arriba de los 4 mil metros sobre el nivel del mar encontramos varias especies de zacatonal, pastizales y arbustos de alta montaña.

En las laderas de la montaña hay claros de bosque y cañadas en donde se distribuye bosque de pino-oyamel. Una de las especies más delicadas, el pino hartwegii también conocido como pino de las alturas, tarda mucho tiempo en crecer y las plantaciones requieren de mucho cuidado.

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Foto: Wikipedia

El bosque y todo el ecosistema del Monte Tláloc sirve como hogar para coyotes, conejos de monte, aves rapaces, aves cantoras y otras varias especies que son endémicas como el conejo zacatuche (conejo de los volcanes) y la salamandra de río, ambas especies en peligro crítico de extinción. 

Ojo con eso, una especie endémica es aquella que solo habita en un lugar determinado. 

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Foto: CONANP

¿Cuáles son las medidas que se van a tomar para evitar la subida de visitantes para la Montaña Fantasma?

El comisariado ejidal de San Pablo Ixayoc explica que lo primero, que ya comenzaron desde el año pasado, son campañas de información. Explicarle a los visitantes que pueden subir a la montaña cualquier otro día, de manera controlada, con respeto por el bosque y no de manera masiva.

Lamentablemente eso no fue ni será suficiente.

Nosotros contamos con el apoyo de la policía municipal y con personal federal del Parque Nacional. Estos operativos estarán instalados en los principales accesos para evitar la subida de visitantes en estas fechas pero también en la cima y en las partes altas“.

A los visitantes se les invitará a retirarse y regresar cualquier otro día del año: el turismo masivo, sin control, es sumamente dañino.

Cuidado con esto: no significa que los ejidatarios estén prohibiendo el acceso a la montaña para siempre. El acceso principal al Monte Tláloc es por el punto conocido como “La Pluma” por la comunidad de San Pablo Ixayoc.

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Foto: Wikiloc

A los visitantes que quieran subir, en cualquier otro momento del año, se les pide un donativo para acceder (dinero destinado al cuidado de la montaña) y se les dan los consejos necesarios para evitar accidentes y afectaciones al bosque.

Ahora, si queremos vivir la experiencia increíble que es subir al Monte Tláloc, hay algunos consejos, recomendaciones y obligaciones que tenemos que tener en cuenta para evitar algún accidente que nos provoque una lesión o una afectación a la montaña.

13 consejos para ser un turista responsable en la montaña

  • Para contribuir a la conservación hay que realizar el pago correspondiente para acceder 
  • Escucho y sigo las indicaciones de los guardaparques y de los ejidatarios 
  • Visito y utilizo los senderos establecidos, no hay que abrir brechas o senderos nuevos 
  • No me llevo plantas, animales, hongos ni cualquier otro elemento que forme parte de los ecosistemas
  • No llevo a mi mascota porque valoro la vida silvestre 
  • Me instalo para acampar y comer solo en las áreas destinadas para tal fin. 
  • Si necesito prender una fogata, lo haré solo en las áreas destinadas. Me aseguro de apagarlas por completo cuando termine 
  • No se pueden introducir bebidas alcohólicas, objetos punzocortantes ni mucho menos armas de fuego
  • Algo muy importante: absolutamente todo lo que suba a la montaña tiene que bajar. No pudo dejar ningún desecho en el área
  • Si nos topamos con algún animal, no le podemos dar de comer, ni tocarlo ni hacer ruidos intensos. Ni llevemos bocinas ni nada ruidoso
  • No podemos dañar, cortar o marcar árboles
  • No le apuntamos a ningún animal con ninguna fuente de luz
  • No acudo al evento de la Montaña Fantasma

La pregunta del millón: ¿qué pasa si tengo que ir al baño? ¿hago un hoyo en la tierra y listo?

En realidad no. Para evitar la contaminación por desechos orgánicos humanos pensemos un poco en lo que hacemos cuando vamos a pasear al perro. Llevemos con nosotros una bolsa gruesa e incluso podemos agregar aserrin, arena para gato o cal.

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Foto: Cumbres Blancas México/ Parque Nacional Iztaccíhuatl Popocatépetl

Si visitamos la montaña, todo lo que subimos tiene que bajar con nosotros, nada más y nada menos.

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Yo soy Gabriela Espinosa, pero díganme Gaby, si no siento que me regañan. Trabajo como reportera y redactora en Sopitas.com desde 2018 y desde entonces me enfoqué, en su mayoría, en hard news. En diciembre...

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