Desde el 21 de marzo hasta la fecha, el Gobierno de Estados Unidos ha realizado aproximadamente 10 mil deportaciones exprés o “expulsiones” de migrantes como una de las medidas para frenar los contagios por coronavirus COVID-19.
Informaron los funcionarios de Estados Unidos que dentro de estas medidas también se agrega el cierre de la frontera con México para viajes no esenciales.
De acuerdo con información del periódico The Washington Post, la Oficina de Aduanas y Protección, CBP por sus siglas en inglés, informó que hasta ahora sólo se tenía detenidos a 100 migrantes en sus estaciones fronterizas. Este número contrasta con las casi 20 mil deportaciones de migrantes que se dieron el año pasado en esta misma época.
Debido a la pandemia de coronavirus, una ley de salud pública dio a CBP la autorización de tomar estas medidas y negar la entrada a los migrantes y extranjeros que pudieran representar un “riesgo” de transmitir enfermedades infecciosas.
A través de un comunicado, la CBP señaló: “Esta orden prohíbe la entrada de ciertos individuos que sean un riesgo potencial contra la salud pública a lo largo de la frontera sur y norte”.
Además el Comisionado de CBP, Mark Morgan declaró: “Aquellos que no tengan documentos u autorización son regresados”.
En el comunicado la agencia recalcó que los migrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza son devueltos a México en menos de 2 horas, y que el 80% de los detenidos desde el 21 de marzo habían sido expulsados de esta forma.
CBP resaltó que los encuentros con migrantes disminuyeron en un 7% en marzo, con respecto a febrero.
The situation has changed at the U.S. border. To prevent the spread of #COVID19, illegal entrants are expeditiously expelled from the US. pic.twitter.com/Awfl9Vnmjp
— CBP (@CBP) April 8, 2020
*Con información de Reforma