Al gobierno estadounidense no le basta con espiar: aparte quiere poner sus condiciones para ofrecer explicaciones. El gobierno de Brasil –al parecer- le pone un alto.
Ahora que se ha destapado el supuesto espionaje que los Estados Unidos realizó –o realiza- en en contra de los presidentes de México y Brasil, los respectivos gobiernos afectados han solicitado explicaciones; sin embargo el Departamento de Estado del vecino del norte ha dicho que sólo responderá a través de “canales diplomáticos”, que usan con “socios y aliados”, pero no comentará detalles “sobre supuesta actividad de inteligencia”:
“Como parte de nuestra política hemos dejado claro que Estados Unidos recopila inteligencia extranjera del tipo que recopilan todas las naciones. Valoramos nuestra cooperación con todos los países en asuntos de interés mutuo”
Lo anterior fue expresado por el gobierno gringo mediante un comunicado dado a conocer ayer. No obstante, Brasil no acepta esta posición adoptada por quienes son los “acusados” y a través de su ministro de Asuntos Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo pone sus condiciones: sólo aceptará explicaciones “por escrito” del presidente Barack Obama, y en el plazo “de esta semana”.
Con esto, el gobierno sudamericano muestra una defensa de su soberanía más dura incluso que la tomada por países como Alemania ante los actos de espionaje de Estados Unidos. “Quizá sea el resultado concreto de que Brasil ya no se siente un satélite estadounidense en América Latina, sino una potencia económica y estratégica global que tiene cuentas que ajustar con la geopolítica”, señala Juan Arias de El País.
¿Y México?
El gobierno de nuestro país sólo ha pedido la clásica “investigación exhaustiva” con su correspondiente determinación de “responsabilidades”; pero bueno, digamos que en este momento con tanta marcha y plantón sus “prioridades” son otras… aunque Brasil no está libre de movilizaciones.