Pese a que jueces federales han ordenado al gobierno de Trump detener la inhumana política migratoria de separación de familias, está lejos de cumplirse el mandato. Prueba de lo anterior es lo revelado por la Unión para Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU): cerca de 463 inmigrantes detenidos al intentar cruzar la frontera sur de Estados Unidos ya fueron deportados, pero sin sus hijos, los cuales continúan bajo custodia, como se mostró en imágenes divulgadas en diferentes medios, hace unas semanas.
De acuerdo con diferentes medios que se han encargado de difundir esta información, las deportaciones de los padres de familia o tutores habrían ocurrido entre mayo y junio pasado. Sin embargo, el número es preliminar y podría ser mucho mayor. Los inmigrantes deportados fueron enviados a sus países de origen, en Centroamérica, mientras que sus hijos con edades que van de los cinco a los 17 años, permanecen en Estados Unidos bajo custodia federal. Aunque en tribunales se ha ordenado reunir a estas familias, la administración de Trump no ha aclarado cómo se cumplirá la exigencia.
De acuerdo con la BBC, el gobierno estadounidense aceptó que los 463 padres ya habían abandonado el país, sin embargo, no pudo aclarar si esto fue de modo voluntario o no. Esta información se revela al tiempo que señalamientos indican que las autoridades migratorias de Estados Unidos piden a los padres inmigrantes firmar formularios de deportación voluntaria para poder ser reunidos con sus hijos.
De acuerdo con un informe presentado por el gobierno y la ACLU, hasta ahora cerca de 879 padres ya han podido reunirse con sus hijos. Una de las fechas límite impuesta por el tribunal para concretar la reunión de familias fue principios de julio y la mayoría de los niños migrantes menores de cinco años han sido devueltos a sus padres, sin embargo, cientos de niños continúan bajo custodia federal, separados de sus familias.
Debido a la situación, la ACLU presentó un recurso legal para retrasar cualquier deportación durante una semana. De ser necesario, el regreso de los padres a sus lugares de origen se cumpliría, pero hasta que sean reunidos con sus hijos. Cuando a los padres se les da una orden de expulsión tienen 48 horas para decidir si quieren dejar Estados Unidos con toda su familia o, bien, dejar que sus hijos permanezcan en el país y busquen asilo.
Aunque la ACLU pretende que los padres inmigrantes tengan más tiempo para considerar opciones legales, los representantes del gobierno de Trump solicitaron la Corte que las deportaciones sean realizadas rápidamente, alegando que cualquier demora prolonga la detención de los migrantes, lo cual implica un costo para la administración. La moción de la UCLA podría decidirse el próximo viernes.