Aunque “no está en llamas” y los casos que se presentan son aislados, el país no deja de gastar cuando de lucha contra las diversas fuentes de violencia se trata. Según el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), México es la sexta nación que más billete invierte en la mencionada área, con un gasto que asciende a cerca de 221 mil millones de dólares al año.
En el Informe Global de la Paz 2015, se asienta que nuestro país gasta como los grandes, ya que en contención de la violencia invierte cantidades que sólo son superadas por naciones como Estados Unidos, China, Rusia y Brasil, lo cual tiene algo de sentido, ya que este año México se encuentra en el lugar 144 de 162 en países clasificados de acuerdo a sus niveles de violencia… escala que lideran Libia, Ucrania, Rusia y Corea del Norte, sin olvidar a las naciones árabes.
Entre las razones que encuentra la IEP para que en nuestro país siga en ascenso la violencia se encuentra –principalmente- la continuación de la guerra contra las drogas, lo cual no sólo provoca que el gobierno necesite meter más dinero para ponerse de tú a tú con los grupos criminales, también “generó un incremento en la pérdida de riquezas debido a las muertes del conflicto y los gastos militares”.
Además de mostrarse preocupada por la afectación que la violencia ha hecho a las arcas nacionales, la IEP señala que el índice de eficacia de la justicia tampoco está muy bien que digamos, ya que de 2006 a 2013 mostró un descenso considerable, sobre todo en estados como Tamaulipas, Chihuahua, Guerrero, Sinaloa, Morelos, Estado de México, Nuevo León, Veracruz, Oaxaca, Coahuila… nada más.
Aunque el Instituto para la Economía y la Paz no dejó de reconocer los esfuerzos que se han hecho para revertir la situación de violencia que se vive en el país, mencionó que la disminución de ésta –según las cifras oficiales- no “significa necesariamente que las organizaciones criminales son menos poderosas; pueden haberse vuelto más cuidadosas en sus actividades”… Así que no se hagan y échenle más ganas.
@plumasatomicas