La campaña del candidato presidencial del Partido Republicano, Donald Trump, se ha cimentado sobre un eje conductor: la crisis que atraviesa Estados Unidos se debe a los inmigrantes. Su discurso de odio ha trastocado a los mexicanos, a los cuales tildó de “violadores” y “criminales”, pero en el mismo sentido se ha pronunciado en contra inmigrantes musulmanes.
En su plan de migración, Trump propuso —por enésima vez— la construcción de un muro en la frontera entre México y Estados Unidos, pero quizá una de las medidas más extremas en su política migratoria se encuentra la suspensión de visas a personas provenientes de países como Siria y Libia. “No sabemos quiénes son y a qué vienen”, afirmó Trump en su discurso de Phoenix, Arizona.
Todo su discurso en contra de los migrantes musulmanes se ha basado en estereotipos y prejuicios, pero realmente no existe evidencia que sustente sus dichos. Por eso investigadores del Cato Institute se dieron a la tarea de probar —científicamente— que el riesgo de terrorismo por parte de inmigrantes es más bien una amenaza casi inexistente.
El informe se nutrió con cifras recopiladas de nueve fuentes distintas —en un periodo comprendido entre 1975 y 2015— y cuantificó los ataques en tierra estadounidense en los cuales algún inmigrante haya participado. El resultado que arrojó fue sorprendente (o tal vez no tanto): la mayoría de las muertes por atentados realizados por un inmigrante (93.7%) provienen del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001.
De acuerdo con el sitio Vox, la probabilidad de que un estadounidense muera en un ataque con la participación de un inmigrante es de una en 3.6 millones. Y si se excluyen las cifras del 9/11, es más probable morir tras ser impactado por un rayo que en una agresión realizada por inmigrantes.
Incluso es una cifra bajísima incluso cuando se le compara con accidentes inverosímiles como la muerte de un peatón tras ser golpeado por un vehículo ferroviario o morir después de que su ropa se prenda en fuego o se derrita.
Según Alex Nowrasteh, autor de la investigación, de 3 millones 252 mil 493 refugiados admitidos desde 1975 y hasta finales de 2015, sólo 20 fueron terroristas, lo que significa un 0.00062% del total; en sus ataque murieron tres personas. Es decir, no hay evidencia que sustente la supuesta amenaza terrorista que Trump y otros miembros del Partido Republicano han alentado.
¿O qué opinan ustedes? ¿Creen que el plan migratorio del candidato presidencial Trump tenga razón en este aspecto? ¿Qué tanto esa decisión esta alimentada por los prejuicios y qué otro tanto está justificado?
