Un estudio publicado el 1 de septiembre en The New England Journal of Medicine, y llevado a cabo en Islandia, demuestra que los anticuerpos antivirales contra el SARS-CoV-2 no disminuyeron dentro de los 4 meses posteriores al diagnóstico, es decir,  los anticuerpos que combaten al virus no se “van” tan rápido y permanecen en cierto nivel por al menos 4 meses.

Para realizar este estudio se midieron los anticuerpos en muestras de suero de 30 mil 576 personas en Islandia a partir de la utilización de 6 ensayos distintos.

FOTO: GALO CAÑAS /CUARTOSCURO.COM

Para ello se probaron 2 mil 102 muestras recolectadas de mil 237 personas hasta 4 después del diagnóstico mediante PCR (reacción en cadena de la polimerasa), se midieron los anticuerpos en 4 mil 222 personas en cuarentena que habían estado expuestas al SARS-CoV-2 y además en 23 mil 452 personas cuya exposición no se sabía.

¿Cuáles fueron los resultados en relación a los anticuerpos?

De mil 797 personas que se recuperaron de la enfermedad, el 91% de las mil 215 examinadas eran seropositivas, es decir que tenían la presencia de anticuerpos específicos en la sangre. Estos títulos de anticuerpos vitales aumentaron durante 2 meses después del diagnóstico y permanecieron en un nivel estable durante el resto del estudio (4 meses).

Las personas que estuvieron en cuarentena, solo el 2.3% fueron seropositivas.

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El objetivo de este estudio fue justo evaluar la seroprevalencia del SARS-CoV-2 en la población de Islandia y evaluar los cambios en los niveles de anticuerpos dentro de los primeros 4 meses de la infección y cómo los cambios se correlacionan con el sexo, la edad, genotipos y síntomas del COVID-19.

En este sentido, los niveles de anticuerpos del SARS-CoV-2 fueron más altos en las personas mayores y en aquellos que fueron hospitalizados. Además, los fumadores y usuarios de medicamentos antiinflamatorios tenían niveles más bajos de anticuerpos.

“Con respecto a las características clínicas, los niveles de anticuerpos se asociaron más fuertemente con la hospitalización y la gravedad clínica, seguidos de síntomas clínicos como fiebre, lectura de temperatura máxima, tos y pérdida de apetito. La gravedad de estos síntomas individuales, con la excepción de la pérdida de energía, se asoció con niveles más altos de anticuerpos”, se lee en el estudio. 

Fuente: Humoral Immune Response to SARS-CoV-2 in Iceland

Si quieres echarle ojo al estudio completo, acá te dejamos el link. 

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Yo soy Gabriela Espinosa, pero díganme Gaby, si no siento que me regañan. Trabajo como reportera y redactora en Sopitas.com desde 2018 y desde entonces me enfoqué, en su mayoría, en hard news. En diciembre...

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