Este martes, el expresidente de Brasil, Lula da Silva, publicó un artículo para el New York Times con referencia al proceso electoral que se aproxima en dicho país. Hay que mencionar que desde el 7 de abril pasado se encuentra preso cumpliendo una condena de 12 años por corrupción y lavado de dinero.
Lula da Silva escreve no New York Times: “Quero democracia, não impunidade”https://t.co/NM9h3cUEfv pic.twitter.com/sCCpvfWcGP
— tvi24 (@tvi24pt) 14 de agosto de 2018
En el texto, afirma que durante sus dos periodos presidenciales, el Partido de los Trabajadores -el cual encabezó- redujo la pobreza “a más de la mitad en tan sólo ocho años”. Además, el salario mínimo aumentó el 50%, el programa ‘Bolsa Família’ fue reconocido internacionalmente (ayuda para familias pobres que garantizaba la educación de calidad para los niños).
Explica que el proceso de “progreso” fue interrumpido cuando la expresidenta Dilma Rousseff fue derrocada gracias a un juicio político. Después, como ya todos sabemos, el mismo Lula terminó en la cárcel después de “un juicio sospechoso”.
“Mi encarcelamiento es la fase más reciente de un golpe de Estado en cámara lenta diseñado para marginar de forma permanente las fuerzas progresistas de Brasil. Tiene como objetivo evitar que el Partido de los Trabajadores vuelva a ser elegido para ocupar la presidencia. Debido a que todas las encuestas muestran que ganaría con facilidad las elecciones de octubre, la extrema derecha de Brasil busca dejarme fuera de la contienda electoral. Mi condena y encarcelamiento se sustentan solamente en la declaración de un testigo cuya propia sentencia fue reducida a cambio de que testificara en mi contra. En otras palabras: el testigo tenía un beneficio personal en decir lo que las autoridades querían oír”, se lee.
Señala que el gobierno del presidente Michel Temer aprobó una enmienda constitucional para poner un límite de 20 años al gasto público, además de promulgar varios cambios a las leyes laborales que facilitan la subcontratación, debilitan los derechos de negociación de los trabajadores y su derecho a un día laboral de ocho horas.
Lula califica lo anterior como un intento de “socavar el progreso” que se logró por los gobiernos del Partido de los Trabajadores. Señala como aliados al juez Sérgio Moro y a su equipo de procuradores, quienes han recurrido a “grabar y filtrar conversaciones telefónicas privadas que tuve con mi familia y mi abogado, entre ellas una conversación que se grabó de forma ilegal”.
Finaliza diciendo que por las razones anteriores se postula a la presidencia, ya que “millones de brasileños comprenden que mi encarcelamiento no tiene nada que ver con la corrupción y entienden que estoy donde estoy solo por razones políticas”.
Afirma que no está preocupado por sus situación ya que antes ha estado preso.
“No pido estar por encima de la ley, sino un juicio que debe ser justo e imparcial. Las fuerzas de la derecha me condenaron, me encarcelaron, ignoraron la evidencia abrumadora de mi inocencia y me negaron el habeas corpus solo para impedir que me postulara a la presidencia. Pido respeto por la democracia. Si me quieren derrotar de verdad, háganlo en las elecciones. De acuerdo con la Constitución brasileña, el poder viene de la gente, la responsable de elegir a sus representantes. Así que dejen que el pueblo brasileño decida. Tengo fe en que la justicia prevalecerá, pero el tiempo se le acaba a la democracia”, escribió desde la cárcel.
Opinión: “Millones de brasileños entienden que estoy donde estoy solo por razones políticas”, escribe desde prisión el expresidente de Brasil @LulaOficial https://t.co/xjojTNZA4R
— NYTimes en Español (@nytimeses) 14 de agosto de 2018