En Sopitas.com creemos que es importante que todos nos interesemos en una de las reformas más polémicas de la historia de nuestro país y que entendamos cómo nos afectará y qué cosas cambiarán con ella. En diciembre del año pasado, cuando la reforma constitucional fue aprobada, te explicamos los peligros presidencialistas que contenía, así como el riesgo de malos tratos con empresas extranjeras. Hoy te  dejamos nuestras principales preocupaciones en torno a las leyes secundarias de una de las reformas legislativas más enredadas de la historia de nuestro país. Los temas son cuatro: La deuda de Pemex y CFE que tendremos que pagar los ciudadanos, la ocupación de las tierras para explotarlas, la aprobación de la polémica práctica del fracking y la pérdida de recursos.

La deuda de Pemex y CFE…otro Fobaproa

Cuando eramos niños solo sabíamos dos cosas: Salinas era un ratero (tuvimos que crecer para ver por qué decían eso) y el Fobaproa era un insulto a la ciudadanía. Cuando vino la crisis bancaria  después de la privatización de la banca mexicana, se creó un fideicomiso para que los bancos no se quedaran sin dinero, de suerte que pudieran seguir pagando sus deudas y no hubiera una mayor fuga de capital. El problema en todo esto es que los bancos eran privados y la deuda (en el sexenio de Zedillo) se hizo pública, lo que significaba que era la ciudadanía la que pagaría esas deudas.

Pero no solo fueron los 800 mil millones de pesos, resultado de los abusos de la banca y sus malos manejos, los que tuvieron que pagar los que se cargaron al bolsillo de los mexicanos. También tuvimos que pagar un rescate carretero (casi 165 mil millones de pesos),  por los excesivos préstamos que se hicieron a empresas privadas por parte de la banca cuando era manejada por el gobierno. Estos dos casos de malas administraciones (tanto por privados, como por parte de funcionarios ineptos) han tenido que ser, al final, pagados por los ciudadanos. Ahora es el turno de Pemex, empresa que ha sido mal dirigida tanto por panistas como por priistas. La empresa estatal, que cuenta con uno de los sindicatos más corruptos, pasará su titánica deuda laboral a la ciudadanía. En esta ocasión no solo serán nuestros padres y abuelos, sino también nosotros los que tendremos que pagar, nosotros y nuestros hijos (y nietos, y demás, ya que es muchísimo dinero). Las deudas de ambas paraestatales (ahora, «empresas competitivas») suman 1 billón 600 mil millones de pesos: nada menos que el doble de aquella otra. 

Al final, lo peor de todo es que las malas administraciones y la corrupción lograron que se generara una deuda de dimensiones mitológicas y ahora, muy quitados de la pena, nos pasarán a nosotros los efectos nefastos que supone pagar algo que, en primer lugar, no debió haberse acumulado de esa manera.

¿Y por qué dicen que lo pagamos nosotros?

El gran problema de todo esto es que si nuestro Estado absorbe este tipo de deudas (como lo hace cada vez que las vuelve públicas) el dinero de nuestros impuestos se va a pagarlas y no a otras cosas que necesita el país, como educación, programas sociales, cultura, inversión en infraestructura (puentes, carreteras, presas y demás cosas que necesita la gente), generación de empleos, y muchas otras cosas, pues todos sus presupuestos se verán reducidos para pagar todas las deudas que van adquiriendo. Imagina cuánto perderá el país si debe pagar una deuda que equivale a cerca del 20% de lo que producimos en total.

Los peligros del Fracking

El Fracking o fractura hidráulica fue aprobada por los legisladores…pero ¿fue la mejor decisión? Como ya te habíamos comentado,el fracking o fractura hidráulica es como un supositorio a la tierra, consiste en la inyección concentrada de agua, arena y productos químicos para fracturar la roca porosa (lutitas) en donde se acumula naturalmente el llamado gas shale y provocar que salga  Ahora bien, son muchos los analistas que consideran que la industrial del gas shale tendrá más desventajas ecológicas y económicas que beneficios para nuestro país. En particular, algunos aseguran que Estados Unidos utilizó el gancho de la extracción de Shell para seducir a las administraciones de países latinoamericanos con la promesa de que, tras realizar una reforma energética que permitiera la participación extranjera en la industria, las empresas estadounidenses prestarían la avanzada tecnología necesaria para realizar el fracking. Lo que no nos dijeron es que en el propio Estados Unidos, esta práctica ha comenzado un declive en su producción, puesto que las reservas de gas shell no son duradera. Europa ha abandonado la práctica por sus peligros ecológicos y urbanos. Aunque el shell no resulte ser la esperanza energética, tal y como prometieron, la reforma energética mexicana sí será el sueño anhelado para ellos, pues, más allá del gas, les abre las puertas de nuestro petróleo, lo que parecía urgente para Washington dados los conflictos en Medio Oriente, el otro banco petrolero del mundo. El próximo declive del fracking ha sido confirmado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Según la profesora investigadora del Departamento de Derecho Social del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, la doctora Raquel Gutiérrez Nájera, no fue lo fue:

«¿Por qué le apostamos a tecnologías en las que México no tiene ninguna experiencia, como el fracking, para romper las rocas donde se encuentra el gas y el petróleo en nuestro país? ¿Cómo es posible que apostemos a una tecnología que la mayoría de los países en Europa ya no usa? ¿Por qué utilizar una tecnología que está probada que contamina los mantos acuíferos, que requiere un elevado consumo de agua, que causa contaminación de la atmósfera, contaminación sonora, migración de los gases y productos químicos utilizados a la superficie, con efectos negativos en la salud de la población?»

Para ella, los únicos beneficiarios serán las empresas estadounidenses y canadienses, ya que las europeas no la usan. Además, los daños ambientales podrían ser muchos. Según la doctora, de 2007 al 2012 se había adoptado una política ambientalista que favorecía la atmósfera….pero todo esto quedó en el olvidó ya que con esta reforma se generarán mayores cantidades de gas invernadero. (Aquí hacemos una explicación más detallada del Fracking y sus peligros)

 Ocupación temporal, servidumbre legal y los problemas de la tierra

En la reforma se permite la “ocupación temporal” de tierras comunales, término que sustituye a lo que en primera instancia planteó el presidente Enrique Peña Nieto, quien en su propuesta colocó “expropiación”… así que los diputados pusieron un término menos violento, pero que a final de cuentas permite la explotación de toda tierra que se considere de “utilidad pública”, previo acuerdo entre empresarios y propietarios (se supone que los afectados recibirán regalías por la explotación de sus tierras). Pero los principales críticos de la reforma dicen que lo que se quiere pagar es muy poco (casi nada) en comparación a la riqueza que se generará. Además de que habrá mucho rechazo popular (pues no creemos que muchos campesinos vean con buenos ojos que se «ocupen» sus tierras para explotarlas ¿qué harán mientras tanto?). Uno de los mayores temores es que, después de la ocupación, la tierra habrá sido explotada y estará afectada por los rezagos de haber tenido un proyecto de extracción en ella. Tendríamos que considerar también lo que podría costar recuperar las tierras y readaptarlas  para poder utilizarla con otro fines (entre ellos, la agricultura).

Pérdida de recursos

¿Recuerdas cuando Peña dijo que la idea de que Pemex se vendería era un temor infundado? Pues tenía razón: nadie querría comprar ni absorber sus problemas. No es por ella por la que venían las empresas extranjeras. Pemex es una empresa que llevaron al endeudamiento extremo. Por lo que vienen es por los recursos que administra esa institución: el monopolio que tenía de la explotación de la riqueza petrolera. Esto es muy significativo, ya que el petróleo es capital, es dinero contante y sonante en el mercado internacional y ahora alguien más lo va a explotar. Lo triste es que esto mismo pasó con otros recursos preciosos como los minerales. Las mineras en México generan un importante porcentaje del PIB nacional, pero a los mexicanos nos benefician muy poco en relación con la cantidad de dinero que generan. Las empresas mineras aquí están ultraconsentidas y casi no generan beneficios a las comunidades donde se instalan (a lo mucho algunos empleos temporales con pésimos salarios, eso sumado a los daños ambientales que han suscitado). Y si la minería es un sector tan parco con la sociedad mexicana y la nación en general ¿qué podemos esperar de la explotación de energéticos?

Al final, la reforma no pinta para nada como el cambio que necesitábamos ¿o sí?

@plumasatomicas

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