Hoy, el Grupo HKND, empresa con sede en Hong Kong comenzó la construcción de un canal en Nicaragua que une los océanos Atlántico y Pacífico, valorado en 50, 000 millones de dólares
El canal será más largo, más profundo y más ancho que el Canal de Panamá, sin embargo hay varias preocupaciones que ponen en tela de juicio tanto la fecha de inicio y la finalización del canal mismo.
El proyecto, que también incluye dos puertos, un aeropuerto, un centro turístico y una zona industrial, está programado para estar en pleno funcionamiento en 2020. Además para garantizar el suministro de materias y energía, se está estudiando la opción de construir una planta de electricidad, de acero y de cemento.
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua afirma que este Canal ofrecerá muchos beneficios económicos al país y acabará con la extrema pobreza y el desempleo. Pero hay quienes sospechan que no es económicamente viable y expertos en medio ambiente creen que podría tener un impacto ambiental negativo.
Un poco de historia
Hace más de un siglo, Nicaragua perdió un concurso con Panamá para ser elegida como sede de un canal que conectaría los océanos Atlántico y Pacífico, cambiando drásticamente las rutas marítimas y las cadenas de suministro global. Además de ser una opción económicamente competitiva, el Canal de Panamá obtuvo mayor apoyo político dentro de los Estados Unidos.
Nicaragua no perdió la idea de construir su propia ruta de transporte de costa a costa. Una serie de socios potenciales veían diferentes rutas de Nicaragua como alternativa al Canal de Panamá, pero ninguna de estas propuestas se realizaron, principalmente debido a una serie de obstáculos, de amenazas de seguridad y por la inestabilidad política.
En julio de 2012, el gobierno de Nicaragua estableció la ley de El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua y en junio de 2013, la Asamblea Nacional otorgó una concesión de 50 años a HKND, con los derechos exclusivos para planificar, diseñar, construir y operar el canal, prolongable otros 50 años más.
La ruta elegida comienza en la costa del Pacífico en el río Brito, cruzando el Lago de Nicaragua antes de atravesar el istmo de la costa del Caribe en el río Punta Gorda. El canal tendría un total de 278 kilómetros, 105 de los cuales se ejecutarán directamente a través del Lago Nicaragua. Dará cabida a buques de gran tamaño, con un ancho de 230 a 520 metros y una profundidad de 27 a 30 metros.
Los estudios de viabilidad realizados por la firma estadounidense McKinsey and Co. y la constructora, China Railway Construction Corp. Ltd., indicaron que la construcción tardaría cerca de 10 años, en lugar de los cinco que están proyectados
¿Quién va a pagarlo?
El costo del proyecto es de aproximadamente $ 50 mil millones de dólares (lo que equivale a unas 25 veces el presupuesto anual de Nicaragua). No es claro de dónde vendrá ese dinero.
Aunque el Grupo HKND ha indicado que las empresas estatales chinas especializadas en la construcción, como XCMG Group y Gezhouba Group, planean participar en el proyecto, el grado exacto de la inversión china aún no se ha solidificado. Rusia también ha expresado su interés en el suministro de equipo técnico y, posiblemente, la inversión en el proyecto. También un conglomerado de empresarios holandeses está interesado en el proyecto.
Preocupaciones
El canal representa una amenaza para el Lago de Nicaragua o lago Cocibolca, una fuente primaria de agua potable en la región. La ruta del canal atravesará esta masa de agua dulce, la mayor de América Central.
La posibilidad de contaminación del lago debido a un accidente o a la intrusión de agua salada una vez que el lago está conectado con el océano sigue siendo una preocupación importante. Investigadores alertan ante la posibilidad de alterar el ecosistema del lago, poniendo en peligro las especies endémicas y los patrones migratorios.
Además, la ubicación del canal dentro de una zona volcánica y sísmica activa podría afectar la viabilidad técnica del proyecto.
Opositores del Canal
Además del posible daño a la vía acuática en el Lago de Nicaragua, otra de las preocupaciones sociales es la inmunidad otorgada a la empresa china que dispondría de una concesión de 100 años y el aislamiento de las comunidades afrodescendientes de la zona, que se verán separadas por el canal.
La construcción del canal probable desplazará a las poblaciones rurales y podría conducir a la expropiación de tierras de propiedad privada sin compensación. Ni el gobierno de Nicaragua, ni el grupo HKND han designado ningún fondo para compensar a aquellos cuyos hogares sean destruidos por la ruta propuesta para el canal.
El gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega apoya plenamente el proyecto del Gran Canal. Ortega mantiene un nivel bastante alto aprobación de la gente, sin embargo, los continuos disturbios podrían limitar la capacidad de Ortega para apoyar unilateralmente el canal, sobre todo si se pone en peligro su popularidad entre los nicaragüenses.
Viabilidad a Largo Plazo
El canal de Nicaragua estaría compitiendo con el Canal de Panamá, el Canal de Suez y puentes terrestres de América del Norte en Estados Unidos y México, para el comercio entre Asia y la costa este de Estados Unidos. El Canal de Nicaragua tiene el potencial para competir con rutas alternativas, pero también se enfrentará a la desventaja de no ser ya una ruta establecida igual que sus competidores.
¿Por qué China está interesado en invertir ahí?
China saldrá beneficiada, abaratando los costos de transporte de sus exportaciones. El sector privado de China ha desempeñado un papel cada vez mayor en las políticas de inversión de salida del país. Aunque hay poca información disponible sobre Wang Jing, multimillonario chino propietario de HKND Group su experiencia de negocios es en gran parte en el sector de las telecomunicaciones, no en grandes proyectos de infraestructura. Wang y su compañía parecen tener fuertes conexiones políticas en el gobierno chino, y su reciente inversión en Crimea, controlada por Rusia indica que su intención es incrementar el comercio marítimo a través de la Ruta de la Seda y su presencia en la región del Mar Negro.
Un canal controlado por China en el hemisferio occidental expandiría la influencia de Beijing sobre las rutas marítimas globales y ofrecería una alternativa a las rutas controladas por Occidente.
Dada la larga historia de intentos fallidos y fracasos posteriores de Nicaragua, es posible que el proyecto Gran Canal simplemente será la siguiente en una larga lista de decepciones. De llevarse a cabo este ambicioso proyecto, el Canal de Nicaragua podría desplazar al Canal de Panamá, es una oportunidad sin precedentes para China.
Son varios los proyectos transoceánicos que han ido apareciendo en esa región: un canal seco en Guatemala, otro en Colombia y una vía férrea en Honduras, la Hidrovía Paraguay–Paraná que comunicaría cinco países del Cono Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay).
