Pepe Mujica es uno de los líderes mundiales más queridos del planeta (si no es que el único…esperen, también está… no…  es el único). Hace unos días fue a visitar a Obama a la  Casa Blanca, y nosotros creemos que la visita le afectó un poco al presidente de los Estados Unidos, ahora verán por qué.

A todos nos encanta Mujica: no solo es un ex líder guerrillero tupamaro de casi 80 años, no solo pasó 15 años en prisión peleando contra la dictadura, además es el presidente más pobre del mundo (dona la mayor parte de su salario a la caridad), vive  en una granja común y corriente, maneja un auto modesto, tiene un perro con tres patas, y ha aprobado la legalización de la marihuana y el matrimonio homosexual (lo que le valió el reconocimiento de todo el mundo).

Pero lo que más nos encanta de Mujica son sus reflexiones, la manera que tiene de decir fuertes críticas al sistema con palabras y analogías sencillas y en la cara de los más poderosos.

Obama señaló a la prensa:

«Mujica tiene mucha credibilidad en el mundo y es un líder a lo largo de todo el hemisferio»

Una de las cosas que más sobresalieron en la visita fue que Mujica no llevaba corbata, ante lo cual dijo:

«La corbata es un trapo inútil que limita al cuello»

Y prosiguió con sus reflexiones:

«Soy un enemigo del consumismo, debido a él nos estamos olvidando de cosas fundamentales y perdemos la fuerza humana en frivolidades que poco tienen que ver con la felicidad humana»

Después, explicó que lo raro no es que él viviera de manera humilde (pues la mayoría de la gente vive así, eso es lo normal), lo raro es que haya gente que vive de manera tan extravagante:

«Lo extraño es como viven ellos, no yo y la mayoría de las personas – los presidentes entran a la oficina para vivir como una minoría rica»

«Aquí nadie es más que nadie. La democracia tiene como objetivo ser el gobierno de la mayoría y yo vivo como la gente de mi país vive, pero también hay una poderosa minoría que vive muy bien»

«Vivo con moderación para poder ocuparme de lo que es importante»

Obama sale a la calle a saludar a la gente

No sabemos si fue la influencia de Mujica, o solo se quiso dar un baño de pueblo, el asunto es que Obama salió a la calle a saludar a los ciudadanos de su país.

 Mientras se dirigía al Departamento del Interior, el presidente decidió desviarse «improvisadamente». Esto fue lo que pasó:

Obama se pasea muy al estilo papalord, además, se la pasa rodeado de su escolta personal.

Pero bueno, el señor sale, hace un poco «small talk», cuenta algunas anécdotas.

Después, en un acto completamente improvisado, el servicio secreto le da dulces para los niños (suponemos que siempre traen dulces consigo).

Además el presidente es respetuoso de las normas, así que después de saludar a unas personas les informa con picardía que a esa hora no pueden correr por ahí.

Luego un adolescente muy agitado (creemos que no está drogado) grita todo los tópicos con los que educan a los estadounidenses:

«¡¡ARGGGhhh, América!¡Libertad!»

También una mujer lo abraza y se vuelve loca:

«¡Dios bendito!¡Es el mejor día de mi vida!»

¿Cómo lo ven?

 

 

***Vía The Huffington Post, In The Capital

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