Probablemente pienses que la peor peli del mundo es La Risa en Vacaciones 17, Chicago o el video porno que grabaste un día con tu disfraz de Power Ranger. Nada de eso. La peor peli de la historia, según el omnisciente sitio web IMDB, tiene una calificación de 1.5 sobre 10 y lleva por nombre Gunday (2014).
Hacíamos zapping en internet buscando videos para nuestro ciclo Bergman y el Psicoanálisis: una mira posmoderna, cuando dimos con esta joya y no pudimos resistir la tentación de verla. La experiencia es inenarrable pero por ti haremos nuestro mejor esfuerzo.
En resumidas cuentas, podemos describir Gunday como la mezcla perfecta entre Voces Inocentes, de Luis Mandoki; There Will Be Blod, de Paul Thomas Anderson y Zohan, la peli esa en la que Adam Snadler es un espía israelí que sabe artes marciales imposibles. Súmale a eso unas buenas pizcas de telenovela colombiana, un montón de escenas musicales al puro estilo Bollywood y voilà…
Ok, Gunday es un adefesio pero es de esas pelis que son tan malas que casi son buenas.
Todo comienza al final de la guerra entre India y Pakistán, que tuvo como resultado el nacimiento del país que hoy conocemos como Bangladesh. Un par de morros indios se quedan del otro lado de la frontera, entre los cadáveres de las batallas, una hambruna terrible y un montón de cosas bien feas. Ese es el momento conmovedor de la peli. Este par de niños inocentes son adoptados por un traficante de armas, quien, obligado por un alto oficial del ejército, prostituye a Bikram, uno de ellos. Bala, el otro, no duda en matar al dude que está a punto de sodomizar a su cuate. Ayudado por el traficante, ambos escapan. Así, Bikram y Bala regresan a la miseria.
Cansados del hambre, la indignación y llenos de un espíritu de aventura, los dos chicos deciden convertirse en traficantes de carbón. Tras su primer atraco a un tren, vemos una transición tipo Hakuna Matata en la que se vuelven adultos. Bikram y Bala se han convertido en los dos líderes del hampa en Calcuta. Se la viven haciendo parkour, asaltando trenes, y haciendo escenas musicales: todos unos rebeldes. Sin embargo, no sólo son jefes del crimen organizado, sino también “benefactores” del pueblo: hacen escuelas para los niños, ayudan a las viejitas a cruzar la calle y abastecen a la banda pobre (cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia).
Bikram y Bala tienen una vida idílica, con camisas setenteras abiertas hasta el ombligo, pantalones acampanados y un buen de esclavos fornidos. Mientras ves la peli, no puedes dejar de pensar que este par de tipos tienen una relación homoerótica medio gruesa (lo que nos hizo sospechar que los indios estaban a la vanguardia del cine gay, hasta que recordamos que en la India ser gay es delito y se castiga con la muerte).
Sin embargo, Bikram y Bala se enamoran de la india más guapa que verás en tu vida. Encarnada por Priyanka Chopra, ganadora del concurso Miss Mundo en el 2000, la femme fatale de la movie se convertirá en la manzana de una discordia que tendrá efectos tan musicales como titánicos. Arderá Calcuta, hell yeah! Al final, casi todos los personajes resultan ser polis y traicionan a los protagonistas.
Toda la peli consiste en ver a Bikram y Bala dando patada voladoras entre polvos de colores. Se madrean a los malos, a los buenos, se madrean entre ellos y luego madrean a más malos. Toda una explosión de acción.
Las escenas musicales no faltan y deben creernos, los indios son más locos que los mismísimos brasileños a la hora de mostrar a tipos shirt-less y morras piernonas en videos con rítmicas rolas de fondo.
Bikram y Bala son uno de esos dúos dinámicos entrañables, algo así como Pedro Infante y Jorge Negrete en Dos tipos de cuidado. Bikram es un Diego Verdaguer en esteroides y Bala es su siempre fiel Jaime Camil. Juntos se la pasan muy suave, yendo y viniendo en trenes y visitando teibols de lujo.
Así, Gunday mezcla todos los horrores de este mundo en un metraje de 2 horas y media (no, no una: 2 horas y media): guerra, crimen organizado, pedofilia, machismo, camisas de colores tipo Jorge Campos y musicales de mal gusto. ¿Pero basta eso para calificar a Gunday como LA peor cinta del mundo?, o sea, ¿no tienen todos esos elementos casi todas las películas de los hermanos Almada, los videos de Bandamax o Across the Universe?
Resulta que la baja calificación de Gunday se debe a un montón de bangladesíes enojados con el tratamiento simplón y poco certero que se hace de la guerra de independencia de su país. Estos chicos, vecinos de los indios, se indignaron a ver a Bikram y Bali, dos refugiados, luchar por la nacionalidad india y al mismo tiempo, ser el ejemplo perfecto de mercenarios. Por este motivo, iniciaron todo un movimiento para desacreditar el filme a nivel mundial y dieron con la estrategia perfecta: votarla a nivel masivo como una peli pésima. De hecho, el 90% de los votos que califican a Gunday en IMDB provienen de Bangladesh y de ellos, una abrumadora mayoría le da una calificación de 1.
La página de facebook creada para boicotear Gunday tiene registrados más de 15 mil asistentes a protestas contra la película. En Twitter, una campaña lanzada bajo el kilométrico hastag #GundayHumiliatedHistoryofBangladesh también logró miles de tuits de gente enojada por el mensaje de la peli (y probablemente con la decisión de no poner desnudos). Sin embargo, es la pésima calificación en IMDB el más duro golpe para la productora Yash Raj Films.
El ejecutivo del gobierno de Bangladesh terminó por sumarse a una campaña que exigía que la introducción de la peli fuera modificada para no dañar el honor nacional. Los chicos de Yash Raj Films pidieron disculpas a nivel internacional y el asunto quedó olvidado. Sin embargo, la cinta sigue en lo más bajo del sitio, los primeros minutos no han sido cambiados y ya. Las cosas son así.
En todo caso, el complot bangladesí es lo único que puede explicar que Gunday tenga una calificación peor que esto:
