¡Estamos en llamas! Y no solamente hablamos sobre el calentamiento global. El índice global de paz, cayó un .34%, siendo el noveno año consecutivo en que se deteriora en los últimos 12 años, de acuerdo al documento elaborado por el Instituto de Economía y Paz de Australia, que analiza la situación política y social de 163 países para determinar el ranking de los países más seguros del mundo en 2020. Mientras que las noticias tanto para nuestro país como para toda Latinoamérica, no son nada alentadoras.
A pesar de que de que 81 países han mejorado sus condiciones de seguridad, este año tenemos un nuevo factor de análisis: los efectos de la pandemia por COVID-19, que de acuerdo con el índice, las consecuencias económicas, aumentan el riesgo de un deterioro severo de la paz en los próximos años. Si bien los datos del impacto de la crisis sanitaria global, aún están siendo recolectados y procesados, el informe sostiene que los países que sostienen los ‘Pilares de la Paz’, tendrán mayor capacidad para adaptarse y recuperarse de la crisis.
Se consideran ‘Pilares de la Paz’, aquellas acciones que durante la pandemia llevaron a una paz positiva, es decir, aquellos protocolos de seguridad global para detener la propagación del coronavirus tales como el distanciamiento social, el cierre de escuelas, empresas e incluso fronteras, la libre circulación de información, la adaptación de los derechos humanos, así como paquetes de estímulos gubernamentales para respaldar un entorno empresarial sólido y mantener activo el capital humano, así como el acceso a atención médica con unidades de cuidados intensivos para el público, entre otras.
De tal forma, que teniendo en cuenta todas y cada una de las variables, así queda el ranking de los países más seguros del mundo en 2020:
Islandia
Islandia encabeza el ranking de los países más seguros desde hace 13 años consecutivos. Se trata de una nación sumamente pacífica, donde la percepción de crímenes, los conflictos armados, el acceso a armas, el terrorismo o los homicidios, son solo mitos urbanos. Aunque como en todas partes, no es aconsejable que se descuiden los objetos personales, como dicen por ahí, la ocasión hace al ladrón.
Una posición más abajo, se encuentra Nueva Zelanda, donde ya se logró erradicar el COVID-19 en su totalidad, seguido de Portugal, Austria y Dinamarca. ¡Hay que ir!
Canadá
A pesar de que el índice de criminalidad aumentó en el último año, el país gobernado por el Primer Ministro, Justin Trudeu, se aferra al sexto lugar, manteniendo su posición en comparación del año pasado, siendo el único país del continente americano que aparece dentro del top 10 entre los países más seguros del mundo en 2020.
La nación de América del Norte, ha sido definida en reiteradas ocasiones como un país donde sus habitantes hacen un culto de la convivencia, el entendimiento y el respeto a la diversidad de opiniones. No obstante, las estadísticas muestran que durante los últimos años los niveles de conflicto han derivado en actos criminales. Aun así, si piensas cambiar de lugar de residencia, este podría ser el lugar indicado.
Singapur
El país más próspero de Asia, donde reina la eficiencia energética y símbolo de modernidad, también es el séptimo más seguro del planeta, aunque en gran parte esto se debe a que las penas de muerte por algunos delitos siguen vigentes. Aunque quizá su mérito fue pasar de una isla pobre a uno de los países más ricos, manteniendo muy por debajo el índice de delincuencia.
República Checa
En el ranking de los países más seguros del mundo en 2020, República Checa se sitúa en la posición número 8, bajando un puesto a comparación del año pasado por los conflictos políticos y tensiones con Rusia. Pero, en general, Europa tuvo el mayor número de protestas, disturbios y huelgas durante el período, totalizando casi 1,600 eventos de 2011 a 2018. Sin embargo, el 65% de los disturbios civiles en Europa fueron no violentos.
Un peldaño abajo se encuentra Japón y para completar el top 10 de las ciudades más pacíficas del planeta, Suiza ocupa la décima posición.
México
¡Ouchi! Este trancazo sí que dolió. Nuestro amado país, cae tres posiciones a comparación del año pasado, siendo uno de los países más inseguros del mundo, incuso más que Brasil, Egipto o Nicaragua, ocupando los últimos lugares del ranking, situándose solo por encima de Nigeria, India, Colombia o Camerún.
El organismo, subraya que parte del deterioro de la paz en toda Latinoamérica, en parte se debe a que los conflictos internos en Haití, Nicaragua y México, han derivado en un aumento de inmigrantes que huyen de la violencia de la región, exacerbando las tensiones.
Venezuela
Siria, Sudán del Sur, Afganistán y Venezuela siguen siendo los países con mayor violencia en el mundo, particularmente, Venezuela es el país más afectado por la violencia en América, lo que significó que estas naciones, incurrieran en el mayor costo económico proporcional de la violencia en 2019, el equivalente al 48 por ciento del PIB.
Sin embargo, tanto América del Sur, América Central y el Caribe, registraron el segundo mayor deterioro de paz en el 2020. Si bien el deterioro promedio de paz en América del Sur, fue impulsado por la crisis de la militarización y la seguridad, la caída de la paz en América Central y el Caribe fue impulsada por los cambios de conflictos en curso.
Los más inseguros en 2020
Afganistán es el país menos pacífico del mundo por segundo año consecutivo, seguido de Siria, Irak, Sudán del Sur y Yemen. Todos, excepto Yemen, se han clasificado entre los cinco menos pacíficos al menos desde 2015. Lo que significa que las estrategias para el manejo pacífico de conflictos, son prácticamente nulas.
De tal manera que el mundo ahora es considerablemente menos pacífico de lo que era a principio de milenio. Desde 2008, el nivel promedio de paz del país se ha deteriorado 3.76 por ciento. Siendo el 2020, el noveno año consecutivo más inseguro de los últimos 12 años, en el que intervienen múltiples factores como una mayor actividad terrorista, la intensificación de conflictos en el Medio Oriente, el aumento de las tensiones regionales en Europa del Este y el noreste de Asia, así como un número creciente de refugiados y la incidencia de tensiones políticas.