Es de conocimiento popular (y los datos oficiales así lo confirman) que en la mayoría de las gasolineras del país uno recibe menos gasolina que la que paga. Tan solo en lo que va del año, 274 estaciones de servicio han sido inmovilizadas por diversas irregularidades a la hora de despachar. Bueno, pues los de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) detectaron tres nuevos métodos que usan en las gasolineras para robar gasolina a sus clientes. Son los siguientes:
No cae combustible
Resulta que el personal verificador de la Profeco descubrió que los dispensarios tardan 12 segundos en despachar gasolina… ¿¡qué?¡ Sí, la movida consiste en que la máquina marca el supuesto envío del líquido al tanque, pero no es sino hasta el segundo 12 cuando cae la primera gota.
Quizás ahora te haga sentido por qué si le echaste $100 pesos, pareciera que solo recibiste $80.
“En algunas estaciones de servicio yo agarro la pistola con la que despachan, la meto a mi jarra y la empiezo a despachar, ya va en 11 segundos y todavía no cae una gota de gasolina”, comentó Tomás Sánchez Robles, director de verificación de combustibles de la Profeco, según El Financiero.
Alteración del dispensario, a distancia
Otra forma que usan es la modificación a distancia de la máquina despachadora. Consiste en que el equipo es alterado electrónicamente -se cree desde las oficinas de la gasolinera- para dar menos combustible. Aquí hay un “pequeño” detalle: las autoridades no están facultadas para revisar la consola en las oficinas, solo pueden comprobar el correcto funcionamiento del dispensario. Urge legislar eso.
“Presumiblemente esos dispensarios reciben una señal a distancia vía electrónica y es lo que estamos dilucidando porque existe una cosa que le llamamos consola o control volumétrico que está dentro de las oficinas”.
“Se fue la luz”
La tercera de sus formas para chacalear gasolina es un poco más sencilla, pero igual de ilegal: cortar la energía del dispensario. Aunque se supone que la ley obliga a las gasolineras a instalar una pila en el dispensario, para que éste cuente con la energía suficiente para finalizar el despacho en turno en caso de un apagón, muchas estaciones de servicio se pasan la norma “por el arco del triunfo”.
Lo único que hacen es cortar la electricidad y como el cliente normalmente no ve cuánto llevaba el despachador, el operador puede decir que ya le había echado 20 litros, cuando en realidad eran 15, por poner un ejemplo.
“No hay cómo comprobarlo. Si esa pila de respaldo no está activa el gasolinero puede bajarle el switch y volvérsele a poner y se pone en ceros el dispensario, ‘ya le había echado 10 litros’ y le había puesto 8 litros”, dijo el directivo de la Profeco.
Así las cosas. Ya sabemos que en México 7 de cada 10 gasolineras roban, que muchas de ellas están relacionadas con el crimen organizado y ahora también conocemos las transas que aplican, sólo falta que el gobierno de a conocer la lista de las estaciones de servicio irregulares para evitar abastecernos de combustible allí y de paso, que se les ponga un alto.