Siempre hay un punto de la fiesta en la que los chupadores profesionales inevitablemente creen tener la razón, no importando la evidencia de lo contrario: “yo puse uno de a 500 en la vaquita”, “sí, te encargué unos cigarros”, “todavía puedo manejar”, “sí, mi mujer está buena para la presidencia…”, cosas de ese tipo.
Bueno, lo último rara vez lo oirán en una distinguida reunión de las que ustedes arman, pero los del blanquiazul lo escucharon el pasado sábado en la primera sesión del Consejo Nacional del PAN, la cual se puso algo tensa cuando Felipe Calderón comenzó a necear con cualquiera de su partido que le contradijera en sus propuestas. Además, muy en su papel de macho alfa, el expresidente defendió las aspiraciones presidenciales de su señora, Margarita Zavala.
Acusando que el dirigente del PAN, Ricardo Anaya, se ha conducido con parcialidad, Calderón -según reporta Reforma– descalificó al padrón de militantes, propuso la búsqueda de un método de elección de candidato presidencial “que a todos dejara satisfechos”, para después darse un agarrón de esos con los que se acaban las pachangas: “Rodríguez Pratts y Calderón se pelearon horrible por el padrón y su incidencia en el 18”, confirmó a Reforma uno de los consejeros blanquiazules.
Previamente, el exmandatario propuso la creación de una comisión supervisora del manejo de recursos que se asignan a los comités estatales y municipales, además, sugirió que se otorgara más dinero a las campañas del Estado de México, Nayarit y Coahuila… todo en vano, ya que nos lo bateó Ricardo Anaya al recordarle al expresidente que para eso existe la Comisión de Vigilancia, en cuanto a su primera petición… sobre la segunda, bueno, hay “topes de campaña” que hay que respetar.
Más tarde, al proponer la depuración del padrón panista, Calderón fue impugnado por el extitular de la Conagua, José Luis Luege, y el consejero de Tabasco, Rodríguez Pratts. Este último, fue quien peor se puso contra el exmandatario, llegando a recordarle su fama chupadora: “el tabasqueño tildó de ‘borracho’ al michoacano”, señala el diario capitalino.
“Rechazado en la mañana, luego en la tarde, tons para qué me invitan”, ha de haber pensado el buen Felipón, quien al ver la incomprensión de sus compañeros de partido (los cuales no tienen muchos ganas de apoyar la candidatura presidencial de su esposa), deslizó la posibilidad de abandonar al blanquiazul: “yo sí he pensado, honestamente, la opción de salirme del PAN”, confesó el exmandatario. Igual y luego de la cruda (moral, por tanta pelea) sale con que no se acuerda de nada… pero en la sesión estuvieron 200 consejeros, así que ni cómo rajarse.