Hasta ahora José Antonio Meade se la ha llevado bastante campechana con el tema de la “Estafa Maestra”, Bueno, hasta se aventó la puntada de advertir en el primer debate presidencial que, cuando llegue a Los Pinos, encabezará un gobierno donde no habrá ni “estafas maestras”, moches, ligas o cualquier otra transa que administraciones priistas ha convertido en todo un arte. Porque él se cuece aparte y es muy honesto, dice…
Sin embargo, una reciente investigación publicada por Proceso coloca al candidato tricolor en el centro de un fraude de mayores proporciones que el exhibido por Animal Político. Mientras que la investigación ganadora del Premio Ortega y Gasset reveló una corrupta operación con la que desaparecieron 7 mil millones de pesos, aquí el asunto asciende a 12 mil millones. Y no hay excusa de que “así estaba cuando llegué”: se habría producido en el segundo semestre de 2015, cuando José Antonio Meade se convirtió en titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
De acuerdo con el periodista Arturo Rodríguez, al llegar Meade Kuribreña a la Sedesol, la dependencia consiguió un levantón presupuestal de 12 mil 645 millones de pesos cuyo destino no hubo necesidad de ser consultado ni revisado por el Congreso… ¿para qué? Según lo planeado, todo ese dinero serviría para beneficiar a cerca de 5 millones de personas de la población indígena del país. Específicamente 2. 4 millones de adultos mayores y 2.5 millones de niños. Sin embargo, hay un pequeño detalle: estadísticas oficiales indican que esa población no llega a tales números.
Debería ser un escándalo mundial: La #EstafaMaestra fue de 7 mil millones de pesos, pero @JoseAMeadeK desapareció en Sedesol ¡12 mil millones destinados a indígenas! Aquí la información: https://t.co/5y2lIWoWP7
— Alvaro Delgado Gómez (@alvaro_delgado) 24 de abril de 2018
Según datos del INEGI interpretados por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), en ese entonces la población de indígenas mayores de 65 años en todo el país era de 892 mil 190, mientras que en el Portal de Obligaciones de Transparencia de Sedesol se indicaba que, en 2015, había 9 mil 534 estancias infantiles en las que se atendía a 303 mil 374 niños. Antes de la llegada de Meade, el Presupuesto de Egresos ya contemplaba 12 mil 958 mdp para atender el programa llamado Pensión para Indígenas Adultos y 228 millones para el programa de estancias. Pero, con la llegada de Meade, los fondos subieron a 23 mil 376 mdp para los adultos y 2 mil 515 millones para niños… ¿Y hubo mejora? Pues no: “mientras los recortes al presupuesto sí impactaron directamente a la población indígena, los incrementos compensatorios no representaron beneficios adicionales a este sector de la población”, señala el titular de la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México (CDPIM), Jaime Martínez Veloz.
Martínez Veloz fue quien al ver el inexplicable incremento presupuestal con rápidos cálculos notó que, en el caso de los indígenas mayores de 65 años (quienes con el mencionado programa reciben 6 mil pesos anuales), los fondos destinados daban para atender a 3 millones 358 mil 588 personas… 3.8 veces más del número que oficialmente existía. En lo que respecta a los niños, el presupuesto para las estancias creció mil por ciento, pero la cantidad de estancias aumentó sólo .3% y el número de beneficiarios 4.5%.
“Bueno… es que seguramente se obtuvieron números de censos bien hechos y, por eso la población se incrementó tanto”, podría ser una justificación. Sin embargo, en ambas situaciones (niños y adultos mayores), el presupuesto volvió a la normalidad en 2016… Entonces, ¿qué hicieron con los millones de indígenas que incorporaron a los programas en 2015? ¿En 2016 ya no los apoyaron? ¿Los desaparecieron de los padrones? ¿O en realidad nunca existieron?, plantea Martínez Veloz. “El único año en que hubo un disparo en esa partida fue 2015, en el momento en que estaba Meade al frente de la Sedesol”.
Martínez Veloz renunció a su cargo en enero pasado, pero en su momento advirtió de la situación al entonces titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Las comisiones de Asuntos Indígenas y de Presupuesto y Cuenta Pública, de la Cámara de Diputados, así como a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) también tuvieron conocimiento de esta situación, pero no se indagó.
¿A dónde fue a parar el dinero? A los indígenas no: en 2015 se redujo 22.5% el presupuesto de la CDI; el Programa de Infraestructura Indígena bajó 31.2%. Los programas operados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se redujeron 26.6%; por la Secretaría de Agricultura, 27.8%; de la de Medio Ambiente y Recursos Naturales, 37.2%. En total, el presupuesto para la población indígena se recortó 8 mil 781 millones de pesos. ““A los indígenas en términos presupuestales les fue mal con Meade”.