Como ya te hemos contado, el Estado Islámico (antes ISIS) fundó en Medio Oriente un califato, es decir, una monarquía fundamentalista basada en el islam. Esta califato abarca territorios de Irak y Siria y no está reconocido por ningún otro Estado en el mundo. Recientemente, Estados Unidos anunció que mantendría una intervención aérea sobre estos territorios para acabar con los líderes de ISIS. Por su parte, a través de la decapitación de dos periodistas estadounidenses y un ejecutivo británico, el grupo radical advirtió a Obama que su campaña militar tendría consecuencias terribles para el pueblo estadounidense y sus aliadas.
Durante su último discurso en torno a Irak y Siria, Obama advirtió que las acciones serán tomadas rápidamente y que buscaría aliarse con otras naciones para reducir el número de tropas estadounidenses en la campaña. En efecto, la Conferencia Internacional sobre Seguridad en Irak fue celebrada este mismo lunes en París. Ahí, distintas naciones confirmaron su apoyo al gobierno de Irak (es decir, al de Obama) para descomponer a ISIS y su califato “por todos los medios necesarios”, incluso militares, según informaron.
Según el boletín de prensa de la reunión:
“Subrayaron la urgente necesidad de poner fin a la presencia de Daesh en las regiones en las que tomó posiciones en Irak. Con ese objetivo, se comprometieron a apoyar por todos los medios necesarios al nuevo gobierno iraquí en su lucha contra Daesh, incluso con una ayuda militar apropiada, correspondiente a las necesidades manifestadas por las autoridades iraquíes”.
Estas naciones olvidan con mucha facilidad que el gobierno irakí, aliado incondicional de Estados Unidos, pidió ayuda urgente a occidente para enfrentar el avance de ISIS cuando se movía sobre su territorio hacia Bagdad. Estados Unidos se mostró preocupado sólo cuando las reservas petroleras en la región se vieron amenazadas. ISIS crucifica a las minorías musulmanas a su camino y practica la ablación (castración femenina) a todas las mujeres. Estas prácticas no eran ningún secreto para la prensa internacional. Recientemente, el grupo ha prometido mujeres vírgenes a todos los que se unan a su causa.
En la reunión participaron representantes de 30 países, entre ellos los 5 miembros permanentes del consejo de seguridad de las Naciones Unidas y algunos países árabes.
El presidente francés, Francois Hollande advirtió que la intervención en Irak es urgente, aunque primero deben ser limadas algunas asperezas. Catar y Arabia Saudita, dos rivales económicos en la región, deben encontrar una forma adecuada de cooperar. La inclusión de las naciones islámicas en la estrategia de seguridad podría considerarse como un arma de 2 filos. Irán, por ejemplo, asistió a la reunión aunque Arabia protestó.
Con todo, la intervención es inminente y sólo resta repartir los papales a cada participante. Francia aboga por una reforma política en Irak y Siria, es decir, por la creación de un nuevo gobierno títere que vele por los intereses de la Unión Europea y de Estados Unidos en la región. La pregunta es cómo lo logrará.
Por otro lado, resta conocer las acciones que Rusia habrá de tomar frente a la intervención que los ministros de Relaciones Exteriores de los principales estados europeos, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, los vecinos de Irak y los países del Golfo árabe Qatar, Arabia Saudita, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos diseñen. La operación también afectará a Siria, país que cuenta con un gobierno aliado de Putin, quien no ve con buenos ojos el conflicto que está a punto de desatarse en Medio Oriente.
Las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Europea frente a Rusia van en aumento tanto por el conflicto insurgente en Ucrania como por la nueva guerra en Irak y Siria. Para ellos, más allá de las miles de vidas en peligro, se juega la influencia sobre dos regiones ricas en recursos naturales.
En la imagen: voluntarios irakíes eran reclutados por el ejército para enfrentar el avance de ISIS antes de la respuesta internacional.
Vía: La Jornada