¿Y ahora? Este martes, como pa’ cumplir sus mejores propósitos de Año Nuevo, Estados Unidos e Israel abandonaron la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Según esto, los dos países abandonaron la organización porque supuestamente fomenta un sentimiento “anti-Israel”.
Esta noticia no cae como sorpresa pues ya desde octubre del año pasado —qué rápido pasa el tiempo— Donald Trump había anunciado su aviso de retirada. A los pocos días, Benjamín Netanyahu hizo lo mismo que su compadre.
EE.UU. e Israel abandonan la UNESCO culpando al organismo de sesgos propalestinos https://t.co/gu5i8UOVpV pic.twitter.com/7jqEYy4ORZ
— RT en Español (@ActualidadRT) 1 de enero de 2019
Según sus más aferrados críticos, o sea, Israel, la UNESCO consiguió su tercer strike y ya se quieren ir con su pelota. La organización de la ONU ha condenado públicamente la ocupación de Israel a Jerusalén y ha nombrado sitios “judíos” como lugares de patrimonio “palestino”. Tsss…
Ah, claro, la UNESCO también le otorgó membresía plena a Palestina en 2011.
EU e Israel abandonan oficialmente la UNESCO. https://t.co/mM3WMLp6FP pic.twitter.com/JOOaA6QKLI
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) 1 de enero de 2019
Desde aquel día en que los palestinos podían compartir la mesa con los otros países en esa organización de la ONU, Estados Unidos e Israel dejaron de pagar sus cuotas de entrada. Si nos ponemos técnicos, los gringos deben unos 600 millones de dólares y los de la Estrella de David tienen cuentas pendientes de 10 millones de dólares. No crean que se están saliendo por eso.