El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y la Oficina de Inteligencia Nacional aseguraron en conjunto que Rusia se encuentra detrás de los recientes ataques cibernéticos en contra de las cuentas de correo electrónico de algunos funcionarios y organizaciones estadounidenses.
De acuerdo con las investigaciones de la inteligencia estadounidense, están convencidos de que el Kremlin dirigió las diversos ciberataques en contra del Comité Nacional Demócrata y la Fundación Clinton con la finalidad de “interferir en el proceso electoral del país”.
Los emails fueron publicados en sitios como Wikileaks y DCLeaks.com. “Creemos, basado en el alcance y la sensibilidad de estos esfuerzos, que sólo altos funcionarios rusos podrían haber autorizado esas actividades”, indica el texto publicado por el director de Inteligencia de Estados Unidos, James Clapper.
El presidente Barack Obama ha debatido durante semanas las posibles respuestas que podrían llevar a cabo en contra del comportamiento de Rusia: desde imponerle sanciones económicas a autorizar acciones encubiertas contra los servidores rusos, señala The New York Times.
El comunicado señaló que después de analizar los sistemas electorales, en la mayoría de los casos dieron con que los servidores eran operados por una compañía rusa, pero no dijeron de manera explícita que el Gobierno de Rusia fuera responsable.
Las autoridades señalaron que sería “extremadamente difícil” para cualquiera alterar los resultados de las elecciones a través de ataques cibernéticos, debido a que se ha establecido un equipo “con expertos en todos los niveles del Gobierno” para controlar la seguridad informática durante el proceso electoral del 8 de noviembre.
Esta es la primera vez que el Gobierno estadounidense acusa a Rusia de manera oficial por los ataques cibernéticos relacionados con la campaña presidencial. En junio, habían compartido la sospecha de que los rusos habían hackeado sus servidores de correo electrónico, incluso Donald Trump les agradeció el gesto.