En un drástico cambio a la política ambiental puesta en marcha por Donald Trump y en contexto del Día de la Tierra, Joe Biden anunció este ambicioso compromiso: Estados Unidos reducirá 50% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 —lo que representa el doble del objetivo inicial que el gabacho firmó el Acuerdo de París.
Esta noticia la dio a conocer Joe Biden durante su intervención en la Cumbre Virtual de Líderes sobre el Clima —a la que asistieron 40 jefes de Estado y dirigentes internacionales, entre ellos el presidente de Rusia Vladimir Putin, la canciller de Alemania Angela Merkel, el mandatario de China Xi Jinping y AMLO.
“The signs are unmistakable. The science is undeniable, and the cost of inaction keeps mounting. The United States isn’t waiting, we are resolving to take action.”
President Joe Biden has committed to reducing US greenhouse gas emissions by 50% below 2005 levels by 2030. pic.twitter.com/AxGNCV13wA
— Channel 4 News (@Channel4News) April 22, 2021
“Día de la Tierra, orgulloso de que la Ciencia está de regreso”. De esta manera, Biden se desmarcó de manera total, oficial y radical del discurso de Donald Trump y parece encaminar a Estados Unidos hacia esfuerzos más tangibles para evitar el sobrecalentamiento de nuestro planeta con los siguientes objetivos.
Estados Unidos reducirá 50% emisiones de gases de efecto invernadero para 2030
Sólo como contexto y para darnos una idea de lo que implica el anuncio de Joe Biden —sobre reducir al 50% las emisiones de gases de efecto invernadero—, vale saber que Estados Unidos es el segundo país con mayor emisión de CO2 (Dióxido de Carbono), un gas de efecto invernadero cuya concentración en la atmósfera ha derivado en el calentamiento global.
La lista de los 15 países más contaminantes en el mundo incluye a China —en el primer lugar—, India, Rusia, Japón, Alemania, Indonesia, Corea del Sur, Arabia Saudita, Canadá, Sudáfrica, Brasil, México y Australia.
Pero bueno, regresemos al caso de Estados Unidos. Se prevé que la Casa Blanca impulse una iniciativa para reducir las emisiones producidas desde el sector energético —las plantas de energía—, el sector automovilístico y la industria.
De acuerdo con el plan, estas acciones también permitirán la creación de empleos bien remunerados, aunque el Partido Republicano ha puesto en duda que eso suceda —ya que si bien se buscan nuevas tecnologías y la adaptación de las industrias, los republicanos son escépticos a que esto cambios sean positivos para la economía (o ¿su economía?) gabacha.
Sin embargo, del otro lado de la moneda, Joe Biden ha dado un voto de confianza y está apostando hacia la transición de una industria “verde”, que genere millones de empleos, adaptando sectores como el energético o automovilístico.
Por ejemplo, en el segundo, se apuesta por la producción de vehículos eléctricos y eficientes —y el impulso de una estabilidad internacional mediante el apoyo del desarrollo de países subdesarrollados o la triplicación del financiamiento público para medidas en pro del medio ambiente.
Por lo pronto, así está en compromiso de Biden, que representa el doble de lo que firmó Estados Unidos en 2014 en el Acuerdo de París.
En aquella ocasión, Barack Obama se comprometió a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre 26 y 28% teniendo 2025 como fecha límite.
Sin embargo, esta tarea cayó en el limbo durante la gestión de Donald Trump, quien derogó varios decretos en pro del medio ambiente.
