Lo que nos faltaba…
Veintitrés policías del municipio de Huixquilucan tienen que salir a rifarse el físico a mano limpia, debido a que el pasado domingo un comando –ése sí armado- asaltó al agrupamiento de motociclistas de la Comisaría de Seguridad Ciudadana en sus propias instalaciones.
“Te imaginas si me piden un apoyo porque hay un robo, un tiroteo, algo fuerte y yo sin arma, cómo le hacemos”, lamenta uno de los miembros del agrupamiento despojado.
Según lo reportado ante las autoridades, este fin de semana mientras veían su película dominguera, tres encargados de resguardar el armamento de la base ubicada en Huixquilucan-Zacamulpa, fueron madrugados por seis hombres encapuchados, quienes los sometieron para llevarse el letal botín, no sin antes maltratarlos: “Los tiraron al suelo, abrieron los compartimentos donde se encuentran las armas, revólver de los que utilizamos aquí la Policía en general. Se llevan las armas, le dan algunos golpes a los compañeros y se van del lugar”, resumió ignorando los tiempos verbales el comisario local, Eduardo González.
El botín que lograron llevarse los asaltantes consiste en 20 revólveres y tres pistolas tipo escuadra… casi la totalidad del repertorio que utiliza el agrupamiento, ya que al abandonar sus labores, los uniformados resguardan su arma en la base… y como en domingo ellos no trabajan, pos…
Ante estos penosos hechos, los motopatrulleros levantaron su respectiva denuncia ante el Ministerio Público, aclarando que no culpan a sus compañeros por tener que ir –literalmente- a la “guerra sin fusil”: “Los uniformados no están indiciados sino en calidad de víctimas y en entrevistas para integrar la carpeta de investigación”; por el contrario, han mostrado preocupación por posibles castigos en su contra: “tememos por lo que pueda venir después para nosotros y por supuesto para los compañeros, no los vamos a dejar solos”.
Aunque por el momento sólo siete de los 30 elementos que conforman al grupo de motopatrulleros municipales cuentan con un arma, el comisario asegura que están cubiertos para sus labores diarias… ya después verán de qué manera reponen lo faltante.
Algo “bueno” salió de todo esto: ya no tendrán que trabajar en domingo… “Ya para qué hacen guardias, si ya ni hay armas qué cuidar”, cabuleó uno de los policías.
