Ayer les informamos que la fiscalía había subido al estrado a Miguel Ángel Martínez “el Tololoche” o “el Gordo”, quien fue piloto personal del narcotraficante mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán, así como contacto con los cárteles colombianos.
En este segundo día de declaraciones, el testigo protegido detalló la vida de lujos que se dio el famoso capo durante su época de oro.
Estamos hablando de que a principios de los años 90, el Chapo disfrutaba de tratamientos de rejuvenecimiento celular en clínicas suizas, una mansión en Acapulco con su respectivo yate, ranchos hasta por debajo de las piedras, cuatro jets disponibles, un zoológico privado con leones, y unas cuantas “señoras”.
Día 7 del juicio al Chapo: Tratamientos de rejuvenecimiento celular en clínicas suizas, una mansión en Acapulco con un yate llamado “Chapito”, ranchos por doquier, 4 jets, 4 o 5 “señoras” y un zoo privado con leones: a inicios de los ’90, el Chapo era el rey de México
— Laura Bonilla (@LauraBonillaCal) 27 de noviembre de 2018
El testigo afirmó que Joaquín Guzmán se convirtió en el que más rápido transportaba la droga colombiana a Estados Unidos, negocio que le dejó muy buenas ganancias.
Entre todo este derroche, se destapó que el Chapo tenía una casa en Acapulco que le costó la módica cantidad de 10 millones de dólares, un rancho con recorridos para turistas, etc. etc. El testigo explicó que le regaló un reloj Rolex con diamantes, además de que en diciembre de regaló más de 50 autos de más de 30 mil dólares cada uno.
Todo contado por Miguel Angel Martínez, exgerente del Chapo en el DF, que viajaba mucho con él en 1987-93. El Chapo le regaló un Rolex con diamantes. También le mandó comprar 50 carros de 35.000 usd c/u para sus trabajadores una Navidad: Buick, Cougar o Thunderbird. Podían elegir
— Laura Bonilla (@LauraBonillaCal) 27 de noviembre de 2018
Entre otros detalles, el Tololoche explicó que en sus tiempos activos, el Chapo se movía con 25 pistoleros a su lado, mismos que traían armas automáticas, pistolas, granadas, chalecos, carros antibalas y gases lacrimógenos. Explicó que solamente él escuchó al capo ordenar el asesinato de 15 o 20 personas.
Y como no puede faltar, le sacó sus trapitos amorosos al sol. Habló de sus esposas: Estela Piña (la primera y madre de sus cuatro primeros hijos), de Alejandrina (madre de los cuatro siguientes), de Águeda, y finalmente de Emma Coronel, madre de mellizas de 7 años. Un total de 10 hijos, hasta lo que se sabe.
También habló de sus esposas de entonces: Estela Peña, Griselda (madre de sus hijos Edgar, Joaquín, Ovidio y una niña), Alejandrina (madre de sus hijos César, Archivaldo, Alfredo y una niña) y Águeda. Su actual mujer, Emma Coronel, 29 años, madre de sus mellizas de 7, en la sala
— Laura Bonilla (@LauraBonillaCal) 27 de noviembre de 2018
Y por si tenían duda, mientras estaba preso en el Altiplano, le prestaban un celular mediante el cual ordenaba pagos para sus varias familias.
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