Desde siempre el blanco favorito de los gobiernos a la hora de realizar espionaje han sido los activistas. Y es que no es cualquier cosa, los activistas son personas que desean un cambio y generan inestabilidad dentro de los gobiernos, así es como grandes luchadores sociales como Martin Luther King sufrieron espionaje para que el gobierno (estadounidense en este caso) supiera cada uno de sus movimientos y sus secretos con el fin de tener armas en su contra.

La información es poder, y parece que en el siglo XXI esta frase tiene el mayor sentido del mundo. Ahora sabemos que los gobiernos cuentan con sofisticados procesos mediante los cuales vigilan a los ciudadanos en su intimidad, desde los lugares en los que están (geolocalización) para poder armar un perfil, hasta las páginas a las que se meten y el contenido de sus conversaciones.

Los argumentos del gobierno para mantener la vigilancia es (y siempre será) la protección del Estado, la seguridad. La cosa es que en los estados modernos esto es muy ambiguo ya que el enemigo (al parecer) está en casa y podría ser cualquiera, así que es el juego del Estado contra cualquier ciudadano, pues todos somos un peligro en potencia.

En el caso de México la cosa es todavía muy difícil. No sólo somos un país peligroso para ser un periodista (cuyas muertes, en muchos casos, siguen impunes), somos un país en el que se persigue, vigila, espía, acosa, criminaliza y reprime a los activistas.

Así, los gobiernos utilizan la excusa de la seguridad para tener los elementos legales necesarios para vigilar (también) a los actores sociales.

Un caso paradigmático es el del activista Gustavo Maldonado a quien le inventaron cargos por tráfico de drogas (lo levantaron un buen día que había salido de su casa a comer una hamburguesa). Gustavo formaba parte del grupo Anonymus. En su cuenta de Twitter (@gumalo3105) se hacía llamar a sí mismo «Legión de Chiapas» y se caracterizaba por denunciar y difundir los abusos de las autoridades, los casos de corrupción y los excesos de los funcionarios chiapanecos.

Otro caso es uno que pone ContingenteMX en su blog, se trata de #YoSoyRed, el cual hizo filtraciones de documentos que revelan varios hechos acerca de los grupos anarquistas dentro de las manifestaciones y en las que se explica que:

«Tras recibir la información comenzaron a ocurrir sucesos extraños como el seguimiento por parte de patrullas de la SSPDF a colaboradores cercanos al proyecto YoSoyRed y en mi caso particular la irrupción en mi domicilio el pasado 10 de octubre donde fue extraído el respaldo de estos más de 800 megas de información. Busqué asesoría legal y me sugirieron revisar mi equipo de cómputo en el cual encontré que estaba contaminado con Rootkit, un software espía que almacena todo lo escrito.

Afortunadamente, después de dos meses, esta información pudo recuperarse y por esta razón decidimos publicarla esta noche y abrirla al público para su procesamiento e investigación. colectiva. Agradecemos el soporte y el respaldo de los últimos meses y vamos a continuar esta labor de documentación a pesar de los sucesos recientes.»

Es por eso que nosotros junto con más de 300 organizaciones exigimos el Fin de la Vigilancia Masiva: #DayWeFightBack

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

Comentarios