El Mundo sacó el día de hoy que la NSA espió 60 millones y medio de llamadas en España tan sólo entre el mes de diciembre del 2012 y principio de enero de este año.
Así lo mostró un gráfico que estaba entre los documentos filtrados por Edward Snowden. El título del documento (al que El Mundo tuvo acceso) es «Sapin -last 30 days» y un gráfico de barras muestra el flujo diario de llamadas definidas con las siglas DNR.
El documento no registra el contenido de las llamadas, pero sí el número de serie de los aparatos que se comunican, el lugar donde se encuentran, el número de teléfono de las tarjetas SIM usadas y la duración de la llamada.
Pero el espionaje que hizo Estados Unidos al país hispano no terminó ahí, sino que, además incluye la intrusión en informaciones de carácter personal a través del navegador de Internet, el correo electrónico y redes sociales como Facebook y Twitter.
Ahora, la cosa en España no es tan sencilla como aquí, pues el registro de datos llevado por la NSA está tipificado como delito en el Código Penal hispano. La Ley española 25/2007 de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y redes públicas de comunicación protege la privacidad de este tipo de información (pequeño detalle).
La respuesta española
El ministro de Exteriores, José Manuel García- Margallo expresó al embajador de Estados Unidos en Madrid su «seria preocupación».
El ministro español dijo a Efe:
«Hemos pedido al embajador, como en dos ocasiones anteriores, que facilitase al Gobierno la información necesaria sobre este asunto que, de confirmarse, podría suponer la ruptura del clima de confianza que tradicionalmente ha presidido las relaciones entre ambos países»
El secretario de Estado para la Unión Europea, Iñigo Méndez de Vigo ha pedido a Estados Unidos que mantenga:
«el necesario equilibrio que todo sistema debe mantener entre la seguridad y la defensa de la privacidad e intimidad de las comunicaciones, tal como recoge claramente la legislación española»
El embajador estadounidense contesta
Según El Mundo, El embajador de Estados Unidos en Madrid, James Costos, contestó con ese gastado argumento con el que Obama y el Secretario de Estrado J. Kerry han defendido a los programas de escuchas de los servicios secretos de su país. El argumento se reduce a que este tipo de programas no sólo han sido «fundamentales» para la protección de ciudadanos norteamericanos, sino que también han jugado un «papel primordial» en la defensa de los «intereses» de países aliados de Estados Unidos.
En un comunicado de prensa, el embajador estadounidense expresa:
«El presidente Obama ha ordenado una revisión interna para asegurar que la información que se recaba en estos programas no es toda la inteligencia que Estados Unidos es capaz de recoger, sino más bien la inteligencia que debe y tiene que ser recogida. Vamos a seguir consultando con nuestros aliados, entre ellos España, a través de los canales diplomáticos regulares para hacer frente a las preocupaciones que se han planteado. En última instancia, Estados Unidos tiene que equilibrar el importante papel que estos programas desempeñan en la protección de nuestra seguridad nacional y la protección y seguridad de nuestros aliados con los problemas de privacidad legítimamente planteados.»
Muchos podríamos pensar como el ex presidente Fox y creer que no hay que hacer escándalo por este tipo de prácticas y tomarlas como una normalidad, el problema es que así inician todas esas películas de futuros distópicos, en donde la población toma la violación de su privacidad y la vigilancia como algo normal. Recordemos y tengamos siempre presente: que algo pase no significa que esté bien.