Un patrón extraño está sucediendo en España, todo en contexto del apoyo que este país ha dado a Ucrania en la guerra contra Rusia. Y es que políticos, embajadas y empresas han sido el objetivo de la entrega de cartas o sobres con material pirotécnico —y que hasta el momento han dejado lesionada a un colaborador de la embajada ucraniana.
¿Qué está pasando en España? ¿Qué dicen las autoridades? Y, ¿a quiénes iban dirigidas estas cartas o sobres? Por acá les contamos más.
Las cartas en España
Las embajadas de Ucrania y Estados Unidos, la oficina del presidente de España Pedro Sánchez, el Ministerio de Defensa español, una empresa armamentista y el responsable del Centro de Satélites de la base aérea de Torrejón de Ardoz han sido los destinatarios de estas cartas que contenían material pirotecnico.
Y que al abrirlas lo que sucedía era una especie de chispazo o deflagración —una combustión rápida sin explosión—, por lo que ahora las autoridades españolas, de acuerdo con fuentes de El País, están investigando estos envíos como un posible acto de terrorismo.
Aunque lo cierto es que los envíos de estas cartas han sido constantes y sus destinatarios están directamente relacionados con el apoyo que España ha dado a Ucrania en la guerra con el gobierno de Vladimir Putin.
(Casi casi como de película, aunque eso no le quita lo preocupante al asunto que ha ido escalando desde el 24 de noviembre, fecha del primer envío).
De color marrón
En conferencia de prensa, Rafael Sánchez, secretario de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, explicó que estas cartas llevaban un artefacto de fabricación casera y que justo este artefacto es el que provoca la deflagración con llama súbita —mecanismo que hirió a uno de los colaboradores de la Embajada de Ucrania en España, al abrir la carta de 18 x 10 centímetros y cuyas heridas resultaron ser leves.
Por lo pronto, ahora el Ministerio del Interior investiga la relación cada uno de los seis sobres entregados —que por cierto, coincidieron en el color marrón y tienen casi casi la misma caligrafía.
**Con información de El País y EuropaPress.
