La familia de Esmeralda Castillo Rincón lleva 13 años recorriendo el país en su búsqueda. Sin embargo, las autoridades aún no tienen nada claro en la investigación y para colmo, una fiscal aconsejó que acepten que está muerta “y ya con eso”.
Estas palabras son sólo una muestra de los numerosos obstáculos que enfrentan las familias de personas desaparecidas o víctimas de feminicidio y por esta razón —entre muchas otras— los casos suelen quedar en impunidad.
La respuesta de una fiscal al papá de Esmeralda Castillo
“No tiene sentido seguir con el caso de desaparición, pues es obvio que Esmeralda está muerta”, dijo la fiscal Especializada en Atención a las Mujeres víctimas del delito por razón de género y la familia (FEM) de Ciudad Juárez, durante una reunión con la familia de Esmeralda, el viernes 28 de enero.
Ahí, Diana Esther Morales no solo revictimizó a los familiares, sino que también intentó cerrar todo esfuerzo por encontrar una respuesta a la desaparición de Esmeralda, quien fue vista por última vez en mayo de 2009, cuando tenía 14 años de edad.
Exigen una disculpa
El señor Castillo y su familia no estuvieron solos. Durante y después de esta reunión, la fiscal fue confrontada para que se diera cuenta de la magnitud de sus palabras, de la insensibilidad, falta de servicio público, el condicionamiento y la violación a “los estándares internacionales en materia de desaparición forzada” —que, de hecho, obliga a las autoridades a un mayor compromiso en los casos de mujeres y niñas.
Este último punto fue expuesto por Karen Michel Salas y David Peña, asesores del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social —quienes lograron una sentencia condenatoria de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) por el caso de Digna Ochoa.
Del lado más importante de esta historia, el señor José Luis Castillo, quien es reconocido por todas las chavas, mujeres y personas que se unen a manifestaciones contra la violencia de género en CDMX y otras ciudades, respondió con estas palabras:
“Si usted dice que está muerta y que lo tengo que aceptar, así nada más, ¿dígame cómo murió? ¿Cuál fue la causa y modo de su muerte? Y, ¿dónde están sus otros restos?”.
La desaparición de Esmeralda
Esmeralda desapareció el 19 de mayo de 2009 en Ciudad Juárez, Chihuahua. A pesar del paso del tiempo, las autoridades no han dado ninguna respuesta que indique que sucedió con la adolescente.
Justo por esta razón se agendó una cita entre la FEM y la familia Castillo y se pidió que la fiscal presentara un nuevo esquema de investigación, ya que lo único que se tiene como indicios es un fragmento óseo de la tibia que podría ser del cuerpo de Esmeralda.
Este fragmento fue hallado en el Arroyo del Navajo, en el Valle de Juárez, conocido ampliamente por las autoridades por ser una especie de fosa donde eran arrojados los cuerpos de adolescentes y mujeres secuestradas por el crimen organizado entre 2009 y 2012.
Ahora el objetivo es que el enfoque de la investigación no tome la desaparición de Esmeralda como un caso aislado y que la Fiscalía investigue el Arroyo del Navajo y abra la perspectiva —aunque en eso también las autoridades han quedado a deber porque la familia lleva más de dos años solicitándolo.