“Ahora resulta que conmemorar la amistad ya es algo transgresor y subversivo”, nos cuenta el artista mexicano Jorge Ismael Rodríguez al teléfono, está celebrando que faltan pocos días para inaugurar “Historia-Corazón” una serie escultórica creada hombro a hombro junto a uno de sus colegas más cercanos, el escultor Ryuichi Yahagi. ¿La curiosidad? Estas piezas de obsidiana y granito se están preparando para habitar en la ciudad de Otaki, en Japón. 

La “Historia-Corazón” es una serie escultórica con una poderosa —pero simple— temática: amistad.

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Fotografía de “Historia-Corazón” el espacio escultórico que habla de la amistad entre México y Japón

Eso sí, la relación fraterna entre Jorge Ismael Rodríguez y Ryuichi Yahagi no es la única que se verá reflejada. En realidad, esta pieza fue encargada por las autoridades de la ciudad de Otaki para conmemorar 510 años del inicio de amistad entre México y Japón… y lo hace recordando una historia peculiar. 

Corría septiembre de 1609 —año 14 de la era Keicho, para nuestros compadres en Japón— cuando un galeón perteneciente al virreinato de la Nueva España que había salido de Filipinas no sobrevivió a una fuerte tormenta y terminó encallando en los litorales de la antigua región de Otaki. En ese momento, los 350 tripulantes quedaron varados y en peligro de muerte pero fueron rescatados por los japoneses y les construyeron una barca para que pudieran emprender su regreso.

“Vinculamos aquel hecho con los náufragos para convertirlo en un guiño contemporáneo a la amistad”, señala Jorge Ismael.

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Fotografía de “Historia-Corazón” el espacio escultórico que habla de la amistad entre México y Japón

Todas las piezas construidas para este nuevo espacio escultórico en Japón están hechas de dos materiales históricos: Ryuichi Yahagi creó barcazas del tradicional granito blanco asiático, al mismo tiempo que Jorge Ismael trabajó los detalles con la negra, brillante y mexicana obsidiana conseguida en Morelos. “Ambas recolectadas de la Tierra; de lo añejo, de lo viejo y de lo profundo”, nos comenta el artista.

Estás piezas que vivirán muchos años en la estación del tren de Otaki, Japón, recuerdan la amistad a pesar de la distancia y las profundas diferencias entre nuestras culturas.

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Fotografía de “Historia-Corazón” el espacio escultórico que habla de la amistad entre México y Japón

Como nuestras culturas, los dos materiales acaban siendo opuestos, pero juntos se potencializan. Usamos un material blanco que no refleja la luz y un material negro que refleja tanto que hace que el universo que está a su alrededor se incorpore a sí mismo”. 

Ya lo viste en las fotografías. Si caminas por la instalación escultórica —”y si tu imaginación te lo permite”, apunta Jorge Ismael— podrás verte caminando rodeado de botes, viento y colas de ballena. Te vas a poder sentar en las bellísimas barcazas de granito y podrás verte en las maravillosas obsidianas. Ver adentro y poder ver lo que hay afuera, contigo incluido. Será un espacio mágico“. 

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Fotografía de “Historia-Corazón” el espacio escultórico que habla de la amistad entre México y Japón

Hablando del espacio mágico: este pequeño lugar mexicano y fraterno en el centro de Japón se inaugurará este próximo 12 de octubre con la participación de la Embajada. ¿Y sobre Jorge Ismael? Puedes seguirle los pasos a sus obras y a la celebración continua de la amistad en su página de Facebook por ACÁ.

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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