Probablemente hayan escuchado estos casos —o denuncias— en redes sociales. Jóvenes, hombres o mujeres, cuentan que fueron drogados y robados al salir de las fiestas en la Ciudad de México. Muchos explican que, al despertar en su casa, al otro día, se dan cuenta que les robaron dinero, celular y que además, perdieron las contraseñas de todas sus cuentas, incluidas las bancarias.

Muchos descubren —o asumen— que fueron drogados con Escopolamina, popularmente conocida como Burundanga, una sustancia que en las últimas décadas ha sido utilizada para cometer todo tipo de delitos debido a los efectos que produce en la víctima.

Pero, ¿qué es la escopolamina?

Para entender un poco más de lo que es esta droga, de dónde proviene y los efectos que puede llegar a tener, platicamos con el doctor Omar F. Carrasco Ortega, jefe de Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En el cuerpo humano hay varias sustancias que funcionan como neurotransmisores, es decir, de transmitir las señales de una neurona a otra a través de la sinapsis. Además también tienen chamba en las neuronas motoras, donde estimulan las fibras musculares para contraerlas.

En los neurotransmisores encontramos la adrenalina, serotonina y la acetilcolina, cuyas principales funciones en el Sistema Nervioso Central es estar alerta y en los músculos sirve para el proceso de contracción, sobre todo en músculos que son involuntarios.

Foto: Neurotropy

La escopolamina, o burundanga, es una droga que impide a este neurotransmisor hacer su chamba. El doctor Carrasco nos explica que la escopolamina es un fármaco que se puede clasificar como un anticolinérgico, es decir, que actúa impidiendo que la acetilcolina lleve a cabo sus funciones.

En medicina este tipo de fármacos se usan para aliviar contracciones musculares involuntarias, como los cólicos, espasmos gástricos, espasmos uterinos o vesicales. Resulta que hace mucho tiempo algunos de estos fármacos fueron utilizados para modular la descarga en el sistema nervioso central y eso explica algunos de los síntomas que se presentan al ingerirla.

¿Cómo funciona la escopolamina?

En los testimonios difundidos en redes sociales y en muchos otros casos que se denuncian, antes de la ingesta de la droga (voluntaria o no) hay alcohol en el sistema.

El alcohol, por sí mismo, es un depresor del sistema nervioso central. Cuando tomas alguna bebida que tiene alcohol tras 15 minutos no pasa mucho, comienzas a ponerte japi y llegas a un estado de excitación y desinhibición. Pero luego comienza el proceso de depresión, llega el estado en la persona en donde hay una pérdida pasajera del entendimiento y de la capacidad de razonar. La persona comienza a sentirse más calmada.

El alcohol, solo, no causa depresiones severas del sistema nervioso central como las que se refieren en el testimonio, pero si la cantidad se aumenta o si se agrega otro tipo de sustancia depresora, la persona o víctima en cuestión queda completamente y vulnerable e incluso en un riesgo muy alto de intoxicación.

Foto: La Ojota

Normalmente, con al combinación de alcohol y escopolamina, o bien de mucho alcohol o mucha escopolamina (o cualquier anticolinérgico) se presenta la disminución de la atención, en algunos casos puede causar convulsiones y en el peor de los casos, paro respiratorio, coma y muerte.

Evidentemente las diferentes expresiones cínicas dependen de qué tanta droga hay en el organismo. Si fue mucho alcohol y mucha escopolamina, evidentemente se dará la receta perfecta para el desastre“, nos explica el doctor Carrasco.

Eso sin tomar en cuenta que a veces, las drogas que son utilizadas para cometer delitos o incluso el alcohol mismo, no son creados o fabricados con las condiciones necesarias, es decir, con otro tipo de sustancias depresoras agregadas que resultan mucho más nocivas para el organismo y, por su puesto, de manera ilícita y clandestina.

¿Cuáles son los síntomas de la burundanga?

La droga, que en muchos países se ha utilizado para cometer delitos y es popularmente conocida como burundanga, contiene otro tipo de sustancias que la hacen aún peor.

Además de contener escopolamina, en ocasiones se agregan otras sustancias depresoras del sistema nervioso central como benzodiacepinas, fenotiazinas y el propio alcohol.

De acuerdo con un estudio de la relación entre las propiedades farmacológicas y su uso delictivo, publicado desde la Universidad Autónoma de Barcelona, en España, la sintomatología que se asocia por una intoxicación por burundanga puede variar entre individuos pero sí hay una guía.

Foto: Marisa Cassan

A nivel del sistema nervioso periférico se puede presentar sequedad bucal, midriasis (dilatación de las pupilas), taquicardia, visión borrosa y retención urinaria. A nivel del sistema nervioso central es donde están los síntomas que más preocupan:

  • Pérdida de memoria desde el momento en que se produce la intoxicación hasta que cesa, memoria episódica.
  • Inhibición de la voluntad, la actitud descrita durante la intoxicación es pasiva y se presenta la inhibición de la voluntad de la víctima, la cual no muestra reflejos de defensa.

Específicamente esto se relaciona con una disminución de la acción de la acetilcolina a nivel de la amígdala, cuyas principales funciones son la respuesta al miedo, el miedo condicionado, la atención, la toma de decisiones y las emociones. Sin embargo, se habla solo de la actitud descrita porque aún no hay suficiente información que revele la relación de la escopolamina con la inhibición de la voluntad y a qué nivel se presenta.

Como el doctor Carrasco nos explicó, a niveles muy altos y dependiendo de su composición se pueden presentar síntomas y reacciones que terminen en la muerte. 

¿De dónde viene la escopolamina?

La escopolamina es una sustancia que se obtiene de plantas que pertenecen a la familia de las solanáceas, específicamente de la Datura stramonium L. Hyoscyamus niger L. y Datura arbórea. Popularmente estas plantas y sus flores se conocen como floripondios. 

Foto: Medium

A nivel médico, la escopolamina tiene varias presentaciones para facilitar su administración que puede ser por vía intramuscular, gotas, pastillas, etc. Sin embargo puede administrarse por vía transdérmica (por absorción por la piel), por vía respiratoria, oral, intramuscular y parenteral (con una inyección).

Debido a que la droga tiene una vida corta en el organismo, es decir que es eliminada rápidamente por el cuerpo (aproximadamente dos o tres horas) es complicado detectarla en pruebas de laboratorio si no se hacen rápidamente. Pero, como para todas las drogas y fármacos, es muy sencillo detectarla en el tiempo establecido con un estudio de laboratorio. 

¿Cómo se trata una intoxicación con escopolamina?

El doctor Carrasco nos explica que lo que hacen los médicos que trabajan en las áreas de urgencias, que son los que generalmente reciben a este tipo de pacientes, es en primer lugar estabilizar a la persona, proteger la vía aérea poniéndole un tubo de ventilación asistida.

Luego hay que identificar cuál es el fármaco o sustancia que ha causado la depresión respiratoria. Asegura que los más comunes son alcohol, luego benzodiacepinas y luego los relacionados con la acetilcolina (incluida la escopolamina).

Tenemos antídotos para cada una de estas expresiones y después de que pasa el proceso abrupto de la depresión del sistema nervioso, pues el paciente puede seguir con su vida normal. El asunto es no llegar a los extremos, no consumir drogas de ningún tipo y pues que la gente se divierta de forma sana”, afirma.

Foto: Meditips

Pero ¿qué pasa si una persona es drogada con una sustancia de este tipo sin su consentimiento para robarla o cosas peores? ¿Existe una forma de detectar la presencia de esta sustancia en una bebida, dulce, polvo, etc.? Desafortunadamente no, pero sí hay algunas recomendaciones que todos podemos seguir para evitar ser víctima de uno de estos tipos de delitos.

¿Qué se puede hacer?

Lo principal es aprender a distinguir situaciones que te pueden poner en riesgo, a partir de ello poner en práctica ciertas medidas de protección.

  • Si vas a salir de fiesta, a una reunión o lo que sea, hazlo con un círculo de personas que conozcas y en lugares que sean “seguros” y que conozcas. Si no conoces el lugar al que vas a ir, puedes buscar en redes sociales e internet reseñas de personas que ya hayan acudido.
  • Fíjate en lo que tomas y consumes. Si vas a adquirir una botella o una cerveza, asegúrate que se abra y se rompan los sellos en tu presencia. Trata de no aceptar tragos de desconocidos y nunca dejes tu bebida sin vigilar.
  • No necesitas llevar objetos de mucho valor, evita llevar joyas, relojes, ropa o demás accesorios que llamen la atención.
  • Analiza lo que llevas de dinero destinado para la ocasión, evita llevar tarjetas de crédito o de débito con mucho dinero o con límites de crédito muy altos. Tampoco lleves demasiado dinero en efectivo.
  • Trata de salir en grupo y crea una red de contactos de emergencia a los que puedas llamar si comienzas a sentirte mal o cualquier situación. Avisa a alguien a dónde vas a ir y con quien y da actualizaciones periódicas.

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