Mediante el arte se muestran las realidades y deseos de la gente, sólo que a veces esas representaciones escandalizan a cierto público. Caso lo que ha ocurrido en la Mostra de Venecia.
En una escena de la nueva película del austriaco Ulrich Seidl, Paradise: Faith, una mujer se entrega a Cristo en cuerpo y alma –literalmente- lo cual ha desatado fuerte polémica, esto durante el concurso por el León de Oro en la Mostra de Venecia.
En la escena que ya ha sido calificada como una de las más provocadoras del cine contemporáneo, Ana, una ferviente religiosa, descuelga de la pared de su habitación un crucifijo, el cual acaricia y besa cada vez con mayor intensidad, hasta el punto en que llega a masturbarse con el sacro objeto.
La película narra la historia de una mujer entregada completamente al catolicismo, que decide recorrer de puerta en puerta toda Venecia para tratar de convencer a la gente de unirse al cristianismo, hasta que de forma inesperada regresa su esposo –un musulmán egipcio- con el cual mantiene continuas peleas, lo que termina por fortalecer su fe en la religión: “La protagonista no entiende que la adoración ciega por Cristo la convierte en un ser inhumano, incapaz de sentir amor y de comunicar la más importante virtud cristiana: amar al prójimo”, comenta respecto a su trabajo, el director Seidl.
“Ella es una mujer decepcionada del amor, de los hombres y frustrada sexualmente. Siente un vacío interior”, abundó el realizador de Faith, filme que termina con una trilogía denominada Paradise, de la que forman parte Love y Hope.
Además, no pudo escoger mejor lugar para estrenar su cinta: Italia es uno de los países más católicos del mundo.
