Explotó cinco puertas para llegar desde la sala de visitas de la cárcel de Sequedin (Norte de Francia) hasta el coche que lo esperaba en la calle. Iba armado y había capturado a cuatro vigilantes de la prisión que llevó consigo en su fuga y después los liberó.
La Interpol emitió este lunes una ficha roja para Redoine Faid de cuarenta años. Éste, después de volar las puertas de la prisión, utilizó un automóvil para escapar, el cual fue encontrado quemado al borde de la A25, cerca de Ronchin. Al parecer le esperaba ahí un segundo vehículo.
Según Frédéric Favre, el fiscal de Lille que lleva el caso, ninguno de los rehenes que utilizó para escapar ha resultado herido. Aparentemente, según se fue sintiendo seguro, los fue liberando: primero uno cerca de la prisión; después, otro, tras cruzar el puente; a los últimos dos los dejó en el arcén de la carretera Nacional 41, poco antes de incorporarse a la autopista A25 donde se mezcló con el tráfico y el helicóptero de la policía le perdió la pista. Nadie sabe de dónde sacó las armas, los explosivos o el teléfono que utilizó para escaparse.
La noticia vino a estropearle la jornada a Christiane Taubira, ministra de justicia de Francia, que debía estar contenta por haber superado el viernes en el Senado un nuevo escollo en la promulgación de su ley sobre el matrimonio y la adopción para parejas del mismo sexo. Ahora tiene que lidiar con un gánster que ha sido todo un fenómeno mediático y el cual ha logrado escaparse de una manera que parece sacada de una película hollywoodense. Además, es una catástrofe para la credibilidad de la Dirección de Instituciones Penitenciarias, de los ministerios de Interior y Justicia y de todo el gobierno socialista, al cual la oposición acusa desde hace meses de ser demasiado blando en cuestiones de orden público.
Los hechos se produjeron a pocos kilómetros de la frontera con Bélgica, las fuerzas de seguridad de Francia ya están colaborando con el país vecino para perseguir al criminal. (Aunque las fichas rojas emitidas por la Interpol sólo alertan a las agencias policiacas en el mundo de que una persona es buscada, pero no son órdenes de arresto. Cada uno de los 190 miembros de la Interpol debe aplicar sus leyes y estándares para determinar si la persona buscada debe ser detenida
Mientras, la policía de Lille y la Oficina Central para la Lucha contra la Delincuencia Organizada (OCLCO) coordinan la operación de búsqueda y captura, el sindicado de guardias de prisiones insta a la ministra de Justicia, Christiane Taubira, para que las cárceles sean más seguras.
Faid inició su carrera delictiva inspirándose en películas, se especializó en explosivos, se ponía una máscara de hockey, como un personaje interpretado por Robert DeNiro en la película Heat, y asaltaba vehículos blindados.
Luego de más de una década detrás de las rejas, fue liberado. Pero en 2011, un año después de la publicación de su autobiografía Ladrón: Desde los suburbios al crimen organizado, Faid fue nuevamente enviado a prisión.