Mientras estábamos de ociosos por la vida, nos encontramos con este artículo del diario alemán Der Spiegel, en el que hablan sobre cómo en la capital de Suecia todos, desde artistas hasta abogados y economistas se están tatuando.
Poco a poco el mundo comienza a acabar con los prejuicios que hay sobre la gente que toma decisiones diferentes a la hora de expresarse con su cuerpo o su ropa.
En Suecia tú podrías ser político, ser abogado o economista y tal vez tendrías que seguir vistiendo de manera convencional (con traje y ese ridículo trapito que los hombres se amarran al cuello y llaman corbata)… pero también podrías tener un ancla enorme con un montón de rosas alrededor en el cuello o en el brazo, nadie te dirá que pareces criminal o marino y es que en Estocolmo 1 de casa 3 personas de entre 18 y 49 años lleva algún tipo de imagen en el cuerpo.
Muchos suecos quieren mostrar lo que es importante para ellos y ven en el tatuaje una opción idónea para hacerlo.
Las imágenes del Spiegel muestran a 8 estudiantes de derecho y de medicina y sus tatuajes.
Este es Pontus, tiene 23 años y estudia psicología.
El tatuaje se lo hizo su amigo y significa «amistad».
Cibelle Broman, 21 años, estudia derecho (especializada en derecho internacional y derechos humanos).
Las flores son por su madre y la mariposa por su hermana.
Olsson, 26 años, estudiante de economía.
Su tatuaje es un recuerdo de su infancia: un hongo del juego de Mario Bros.
Emelie Lindström, 24 años, estudiante de derecho.
Donde la vida comienza y el amor nunca termina”, su tatuaje está dedicado a toda su familia. En su antebrazo izquierdo tiene tatuada la palabra Mormor, que en sueco significa abuela.
Douglas Fored, 21, estudiante de Derecho.
Un pez Koi adorna su brazo, simboliza que ha superado un obstáculo.
Elizabeth Becker, 21 años.
Ella es estadounidense, pero está en Suecia y quiere quedarse ahí ya que puede estar con su tatuaje y nadie la discrimina como en los Estados Unidos. «En los Estados Unidos todavía hay un estigma sobre la gente tatuada».
Su tatuaje es una runa vikinga.
Gustav Johansson, 26 años, Médico.
El estudiante de medicina comenzó a tatuarse a los 19 años. El gran cuervo que tiene en la piel no tiene un significado profundo, solo le gustó mucho.
Jennie Beigrund, 20 años, Derecho.
Un ancla y una leyenda en el pecho le recuerdan que cuando las cosas no van bien siempre se puede encontrar una salida.
Suponemos que los suecos cuando vienen a México no utilizan Interjet…ya ven ustedes que luego no dejan subir a la gente tatuada porque podrían incomodar a sus otros clientes (es que como seguimos viviendo en los años 50, la gente todavía se escandaliza por tonterías).
@plumasatomicas