Condensando las declaraciones que en los últimos meses ha hecho el flamante gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, el asesinato del alcalde de Pungarabato se resume así: ¿ya ven lo que pasa cuando no se planean los viajes con visión turística?
En el mensaje a medios que ofreció el gober guerrerense, en relación al asesinato de Ambrosio Soto Duarte, no dejó de expresar las esperadas condolencias, además de ofrecer todo el aparado del gobierno para tratar de esclarecer lo sucedido el sábado pasado, alrededor de las 10:30 pm… sin embargo, hizo todo lo posible para desmarcar a su administración de cualquier responsabilidad. Pues si ya lo ha dicho en varias ocasiones: a los turistas los grupos delictivos no les hacen nada. Soto Duarte es el “responsable” por andar viajando en “horas inconvenientes”, cuando bien pudo hacerlo con lucecita del día, para gozar de los paisajes carreteros… y sobre todo, por hacerlo después de haber sido amenazado en repetidas ocasiones.
“Llama la atención que haya realizado el viaje en el que perdió la vida a sabiendas de que había sido reiteradamente amenazado, como él mismo lo señaló, por un grupo delictivo y que dicho viaje lo haya hecho en horas inconvenientes, en una zona de alta peligrosidad”.
Además de lo anterior, Astudillo demostró su total respaldo y compañerismo para con los colaboradores de su gobierno, al echarle la bronca a quien se deje… pues “el homicidio se cometió en territorio de Michoacán”.
En efecto, Soto Duarte se encontraba en tierras michoacanas con dirección a Pungarabato, cuando en el lugar denominado Las Curvas del Cajón unos individuos le cerraron el paso en dos camionetas, inmediatamente después abrieron fuego “contra el alcalde y las escoltas que lo acompañaban”, detalló Astudillo. “En el atentado fueron heridos de bala dos agentes de la Policía Federal que fueron trasladados a la Ciudad de México para su atención médica”.
Con el mensaje ofrecido a medios, Astudillo defendió las acciones que se han realizado en Tierra Caliente para intentar disminuir los índices de violencia. Además, señaló que a Soto Duarte se le ofrecieron las medidas de seguridad que él solicitó. “Las peticiones de mayor seguridad fueron atendidas con oportunidad”.
Cabe señalar que, aunque el gober de Guerrero, insinúe que el asesinato de Soto no es bronca suya (sólo porque lo mataron en Michoacán), el lugar del atentado se encuentra a sólo 20 minutos de Ciudad Altamirano, Guerrero… así que…
