La bofetada que Manuel “El Güero” Velasco le propinó a un empleado en pleno evento público revela algo bastante común entre la clase política mexicana: una actitud clasista que más nos recuerda a la de los viejos hacendados que a la de un político joven, como insiste en aparecer el gobernador del estado más pobre del país.
En 2012, Manuel Velasco se convirtió en el gobernador más joven del país con tan sólo 32 años, respaldado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Desde entonces, ha gastado más de 500 millones de pesos en publicidad e imagen. Este gasto es mayor a la meta Teletón del 2014 y es suficiente para comprar al menos cuatro casas blancas estilo “Gaviota”. Mientras “El Güero” realiza estos gastos, en Chiapas tres de cada cuatro habitantes viven en estado de pobreza.
La imagen en la que “El Güero” gasta tanto dinero no es del todo clara. Por un lado, parece querer proyectarse como un hombre moderno y progresista. Por otro, se hace cargar por indígenas en polémicos eventos locales.
A finales del 2013, la imagen de Manuel Velasco podía verse en los espectaculares, bancas y paredes del país. El gasto excesivo y la violación a los reglamentos político-electorales eran claros. En aquellas ocasión, el gobernador libró el asunto responsabilizando a la revista Cambio, en cuya portada figuraba su cara y que, inocentemente, se había promocionado en el país sin la intención de poner en primera fila publicitaria a “El Güero”.
Chiapas es el estado que más dinero ha recibido de los recursos públicos federales. Desde que Manuel Velasco tomó el poder, sus reportes trimestrales sólo reflejan un profundo decrecimiento. Al inicio de su administración, el gobernador pidió un préstamo a la República de mil 400 millones de pesos para el rescate fiscal de 69 municipios que se encontraban en la quiebra. La inversión no se hizo donde debía o como debía. Probablemente nunca llegó. Las actividades económicas en Chiapas no terminan de salir del pantano.
“El Güero” tiene, además, una carta ya muy conocida bajo la manga: su relación con la actriz y cantante Anahí. La boda está planeada para abril. Así, el gobernador busca repetir la estrategia que tan familiar nos suena: usar recursos locales para lograr una proyección nacional, sin atención a las necesidades de sus ciudadanos y con miras a la presidencia de la república.
Velasco coquetea con la contienda electoral de 2018. En ciertas ocasiones ha negado que llegar a los Pinos forme parte de sus planes a futuro, al menos, por ahora. Sin embargo, en otras más, Velasco afirma que no descarta nada.
La incapacidad de “El Güero” para lidiar con el movimiento zapatista es otro de los problemas que arrastra la entidad. Múltiples asesinatos, entre los que se cuenta el de Juan Carlos Gómez Silvano, líder de una organización campesina en defensa de la tierra, así como el acoso y tortura que elementos de seguridad locales realizan constantemente contra miembros de las comunidades autónomas y activistas regionales, han sido señalados constantemente por la prensa local y nacional. El 9 de enero, se sumó un episodio más a esta larga lista cuando 900 elementos de la Policía Federal y estatal se enfrentaron a campesinos adherentes a La Sexta declaración del EZLN.
La relación entre Manuel Velasco, militante del PVEM y el PRI rinde frutos políticos. El matrimonio a conveniencia de las dos fuerzas políticas en la región podría traducirse, una vez más, en una alianza nacional para 2018. Por lo pronto, la esperanza para el desarrollo rural de Chiapas es José Antonio Aguilar Bodegas, un político priista que en 2012 fue buscado por la Interpol por delitos de crimen organizado y que hace dos días fue distinguido como Secretario del Campo de la entidad por el propio gobernador.
Tres millones 782 mil 315 personas en estado de pobreza, una pésima administración de recursos que no está enfocada en reactivar la economía de Chiapas, un gasto excesivo en imagen, ineptitud para lidiar con los conflictos regionales y relaciones con políticos con serios antecedentes: “El Güero” Velasco parece tenerlo todo listo para convertirse en uno de los más fuertes candidatos para la presidencia de la República.