Seguro escucharon el anuncio matutino. En plena conferencia de prensa de Palacio Nacional, avisaron que —según esto— la Fiscalía General de la República (FGR) ya estaba investigando a Enrique Peña Nieto. Aunque es como la quinta vez que nos cuentan esta historia, esta vez presentaron un poco más de detalles.
Decían que la investigación era por lavado de dinero, por un monto de 26 millones de pesos transferidos en Europa.
Y por supuesto que ante esa acusación, Enrique Peña Nieto no se quedó callado. El copetón expresidente respondió brevemente en su cuenta de Twitter —que últimamente nomás usaba como obituario.
La respuesta de EPN
La respuesta fue extremadamente breve y la verdad es que no se prestó a los cates, tan acostumbrados en la política mexicana en los últimos meses.
“En relación con la denuncia presentada en mi contra por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), estoy cierto que ante las autoridades competentes se me permitirá aclarar cualquier cuestionamiento sobre mi patrimonio y demostrar la legalidad del mismo, dentro de los procedimientos legales”, señaló Peña Nieto. “Expreso mi confianza en las Instituciones de procuración y administración de Justicia”
La denuncia en su contra no se ha presentado formalmente, pero definitivamente desató la polémica.
“Esta es la nota de los datos de la carpeta o la información completa con datos entregada a la FGR, la Fiscalía ha abierto ya una carpeta de investigación, la Fiscalía hará la investigación, la UIF aportará todo lo que requiera la Fiscalía, las investigaciones están a cargo de la Fiscalía”, fueron las palabras del siempre elocuente Pablo Gómez, en La Mañanera.
Así recalcó que —aunque la UIF participa presentando pruebas— la investigación que se realiza contra empresas relacionadas con EPN está encabezada por la Fiscalía General de la República.
