Aunque parecía que no iba a suceder jamás, el presidente de México —el que sí es, no el electo— se apareció públicamente para dar su opinión sobre la cancelación del proyecto del aeropuerto en Texcoco. En resumen, EPN dice que respetará la decisión que tome AMLO, pero aprovechó el espacio para advertir que el futuro gobierno puede toparse con gastos adicionales y que él seguirá con el proyecto.
Mientras Peña Nieto confirmaba que su administración seguirá trabajando hasta el 30 de noviembre —y eso incluye la construcción del NAICM— le recordaba a López Obrador que el próximo Gobierno tendrá que pagar por adelantado los bonos que se adquirieron.
Muy divertido lo de su consulta y todo, pero el proyecto del Nuevo Aeropuerto seguirá, por lo menos hasta el 30 de noviembre.
Así lo dijo Peña Nieto 👇 pic.twitter.com/8FBhbdiV3O— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) 29 de octubre de 2018
“De mantenerse en el futuro esta decisión (…) eventualmente haya que prepagar los bonos emitidos para la financiación de este proyecto y probablemente demandará de recursos fiscales adicionales al impuesto que pagan los usuarios del aeropuerto”, decía Peña Nieto. Traducido al español, el presidente advirtió que podría salir más caro de lo que se piensa cancelar el proyecto.
Sin embargo, a pesar de la advertencia, dijo que él será respetuoso de todas las decisiones que tome el próximo presidente. De acuerdo a la declaración retomada por Reforma, EPN decía que es muy importante que el país tenga confianza sobre lo que viene.
Ni el proyecto ni la concesión del NAIM serán cancelados hasta el final de la Administración actual, informó @EPN. https://t.co/Fo8AsP9w11
— REFORMACOM (@Reforma) 29 de octubre de 2018
Todas estas declaraciones se las sacó de la chistera durante una entrega de Premios a las Artes, Ciencia y Tecnología en los Pinos. Ahí mismo, aprovechando que agarró vuelo, dijo que al menos durante su administración “no se realizará modificación alguna ni a la concesión ni a la ejecución del proyecto del nuevo aeropuerto”.
*Con información de Reforma y La Jornada